Colombia: La papa, un tubérculo para el mundo
La papa es un alimento vital para miles de millones, pues 2/3 de la población mundial la tienen como parte de sus dietas. Además de su importancia nutricional, es fuente de empleo para millones que la cultivan, la procesan, la transportan, la venden
En Colombia las papas que más reconocemos son la pastusa, la criolla, la sabanera y la capira. Sin embargo, existen más de cinco mil variedades que se cultivan en más de ciento treinta países. Sus roles en la seguridad alimentaria hicieron que la Asamblea General de las Naciones Unidas designara, en diciembre de 2023, al 30 de mayo como el Día Internacional de la Papa.
¿Por qué la papa es relevante para la seguridad alimentaria?
Este tubérculo es consumido por miles de millones de personas, lo que lo hace fundamental para la alimentación en el mundo. Con su ingesta, los seres humanos se nutren de vitamina C, necesaria para los tejidos del cuerpo. También obtienen potasio, un mineral esencial para que el organismo funcione con normalidad. Además, la papa provee fibra dietética que ayuda para la digestión de alimentos.
Su importancia para la seguridad alimentaria no es reciente, ya que es un tubérculo que ha sido relevante desde antes de la llegada de los europeos a lo que ellos llamaron “América”. La cordillera de los Andes dio vida a este alimento que fue conocido como la “flor de la antigua civilización inca”, ya que fue un cultivo básico para estos indígenas. En lo que hoy es Colombia diferentes tipos de papas fueron (y son) importantes para las comunidades indígenas desde antes de que los españoles se asentaran en el territorio. Incluso diversas variedades son producidas y consumidas solamente por algunos de estos pueblos.
En el país, una de las papas que más se destaca como autóctona es la criolla. Esta es amarilla y solo se cultiva en Colombia y en algunos territorios cercanos, pues las condiciones geográficas para su crecimiento no se encuentran fácilmente en otros lugares del mundo. La papa criolla es símbolo de la gastronomía del país por sus particularidades frente a otros tipos de papas y por acompañar o hacer parte de platos típicos como la fritanga y el ajiaco. En el siguiente fragmento de la serie infantil Josefina en la cocina, el personaje del Guante Parlante contó sobre la historia de este tubérculo y sus legados vinculados con las tradiciones indígenas.
¿Quiénes participan en la producción de papa?
En adición a la importancia de la papa para la seguridad alimentaria y como símbolo de los países en los que se cultiva, su producción representa fuente de empleo y tradición. Los campesinos son los principales proveedores de este tubérculo que es cultivado especialmente en minifundios, pues el 80% se siembra en menos de una hectárea, según informa el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. En su mayoría, lo siembran en Cundinamarca, Boyacá, Antioquia y Nariño; departamentos con las condiciones geográficas necesarias para su crecimiento.
Como se puede apreciar, la papa es un alimento común para los colombianos, lo que genera una alta demanda tanto de trabajadores como para su consumo. Aunque las papas que se comercializan suelen ser las que se mencionaron al inicio de este texto, también hay otras que vale la pena mencionar: la sangre sol que tiene cáscara de color rojo, pero es amarilla en su interior; la utopía en la que se mezclan tonos de morado y amarillo; la perilla que es amarilla por fuera y morada por dentro; y la tocarreña que se presenta de color pardo. Su riqueza está en sus variedades, en sus propiedades que aportan a la seguridad alimentaria y en su función social como se mencionó en la serie Los puros criollos.
Fuente: senalmemoria.co