España (Córdoba): ¿Qué sembrar sin agua?
Los agricultores se encuentran en el inicio de la campaña de siembras ante una gran incertidumbre | Los productores de ajos prevén una importante bajada de la superficie.
Los agricultores cordobeses se encuentran en una difícil tesitura en estos días. La falta de precipitaciones y el bajo nivel de los embalses está obligando a retrasar las siembras, aunque también ha habido productores que se han arriesgado a acometer esta labor en algunas producciones, como sucede con el ajo.
No obstante, se prevé una menor superficie para reducir el impacto que puede producir la ausencia de lluvias. Es lo que sucede con el ajo chino, spring o variedades tempranas, donde algunos productores han optado por no sembrar o reducir a la mitad la superficie respecto a la campaña anterior. La Delegación Territorial de Agricultura avanza en su último informe de coyuntura que se están haciendo labores de preparación del terreno para la siembra de los cereales de invierno, encontrándose muy avanzadas por la ausencia de precipitaciones.
Por el momento, indica Agricultura, solo se han sembrado algunas parcelas dedicadas a cereales forrajeros en las zonas ganaderas del norte de la provincia.
Cultivos en incertidumbre
El ajo es el cultivo no permanente que requiere una mayor inversión para su desarrollo, por lo que los agricultores se están pensando mucho qué volumen de siembras harán, pues esta labor se concentra entre septiembre y octubre en las variedades tempranas, ya que la decisión para el morado se retrasa hasta noviembre o diciembre. Las organizaciones agrarias advierten de la merma de superficie en el ajo. «Será uno de los cultivos que peor lo pasarán como no llueva», asegura Miguel Cobos, secretario provincial de UPA. «Es complicado sembrar sin agua, aunque en secano se hará la labor en cereales y girasol, pero cada vez es menor la superficie que se dedica a estas producciones», explica Cobos.
«Todo está parado», afirma Carmen Quintero, secretaria provincial de COAG. «Los que han sembrado ajos están muy preocupados por la incertidumbre que genera la falta de agua», añade Quintero. «Yo cultivo ajos y este año he sembrado mucho menos que otros años porque no hay garantía de agua», puntualiza.
El secretario general de Asaja Córdoba, Rafael Navas, considera que sembrar ajos en esta campaña «es muy arriesgado», por lo que algunos productores «están buscando otras zonas donde haya agua». Córdoba es la mayor productora de ajo en Andalucía, con el 38% de la superficie y el 40% de la producción en el último ejercicio.
En estas fechas se tiene que decidir también la plantación de los cereales de invierno, como sucede con el trigo duro y el blando, cuya siembra se inicia en octubre y continúa en noviembre y diciembre. En los mismos meses se procede a esta labor en la cebada, ya sea caballar o cervecera, la avena, el centeno o el triticale.
La Consejería de Agricultura recoge que en Córdoba se cultivaron en la pasada campaña 60.198 hectáreas de trigo, de las que 37.908 fueron trigo duro y 22.290 correspondieron a blando. Asimismo, hubo 18.076 hectáreas de cebada, 27.477 de avena, 9.777 de triticale y 244 de avena. Precisamente, Rafael Navas prevé que se produzca un aumento de la superficie de trigo duro por la evolución favorables de los precios en la actualidad.
En los meses de noviembre y diciembre, fundamentalmente, se siembran también las habas secas. En la última campaña se cultivaron 2.989 hectáreas.
Aunque hasta diciembre y enero no se procede a la plantación de la patata temprana y de media estación, en estos días suele producirse la compra de la semilla y del abono. La situación se plantea también complicada. «La producción de patata está peligrando por la dificultad que plantea la falta de agua», asegura Carmen Quintero. Entre octubre y diciembre se suele concentrar también la siembra de los guisantes secos (6.125 hectáreas en Córdoba); la veza, el altramuz, los yeros, la alfalfa, la lechuga y la cebolla.
El campo cordobés espera que a corto plazo lleguen las lluvias para proceder al cultivo de producciones que ahora mismo se encuentran inmersas en una gran incertidumbre. Habrá que ver en los próximos meses lo que sucede también con el girasol, el algodón o el maíz y los daños que se producen en merma de producción de los cultivos perennes en la provincia de Córdoba. La aceituna de secano está arrugada ya y la naranja también se puede ver afectada en su calibre. Mirar a una solución en los embalses es imposible al encontrarse la regulación general del Guadalquivir solo al 21%.
Fuente: diariocordoba.com