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Europa 07/09/2024

España: “De la agricultura se puede vivir muy bien y eres dueño de tu tiempo”

Marcos Nogueiras Rodríguez es un ingeniero industrial que en el 2014 cambió una prometedora carrera universitaria o en la enseñanza por tomar el relevo en la explotación agrícola de sus padres en Vilar de Santos (Ourense).

“Me llamaron loco pero hoy gano el doble de lo que percibiría como profesor, y sobre todo, trabajo en mi tierra y soy dueño de mi tiempo”, subraya.

Marcos Nogueiras Rodríguez es un nuevo agricultor de Vilar de Santos, en la comarca ourensana de A Limia, que en el 2014 cambio una prometedora carrera como ingeniero industrial por tomar el relevo en la explotación agrícola familiar. Una decisión que no fue comprendida en un comienzo por su entorno pero de a que hoy considera que fue totalmente acertada: “Me llamaron loco pero hoy gano más de lo que percibiría como profesor, y sobre todo, trabajo en mi tierra y soy dueño de mi tiempo”. Hablamos con él para conocer su historia de la que habló recientemente en una jornada sobre relevo generacional en el campo organizada por el Foro Económico de Galicia.

-Cuéntanos como es tu explotación a día de hoy…Es una explotación familiar, en la que trabajo yo y mi madre, con la colaboración puntual de mi padre, mi mujer y personal contratado para los momentos de más trabajo. Está situada en el ayuntamiento de Vilar de Santos, en una zona incluida dentro de la Reserva de la Biosfera del área de Allariz. Trabajamos entre 45 y 50 hectáreas y nos dedicamos principalmente al cultivo de la cebolla chata del país, también conocida como cebolla de Betanzos, y de patatas incluidas dentro de la Indicación Geográfica Protegida Patata de Galicia, tanto kennebec como agria. Como rotación a estos dos cultivos plantamos cereal, tanto trigo, como centeno y cebada. En las fincas en las que siembro patata no solemos plantar cebolla al año siguiente porque nacen muchas patatas de las que quedaron en la finca y luego es un problema importante para controlarlas.

Del terreno que trabajamos solamente un 10% es en propiedad y el resto son fincas arrendadas de vecinos y vecinas que fueron dejando la actividad agrícola, y por las que, como se hace en buena parte de la comarca de A Limia, se paga un alquiler en especie (cebollas, patatas para el año) y en servicios (laboreo de las huertas familiares..etc).

La mayor parte de la superficie que tenemos es en secano, y las pocas que tenemos en regadío las dedicamos al cultivo de la patata agria, que es menos tolerante a la sequía que la kennebec, aunque también sembremos cebolla en las fincas en regadío.

-La siembra de la patata este año en muchos lugares fue complicada. ¿También en tu caso?Sí, en general en A Limia fue complicada porque llovió mucho y hubo que hacer una siembra muy tardía, e incluso algunas fincas se encharcaron después de plantar la patata y hubo que volver a resembrarlas. Posteriormente, el tiempo para el cultivo fue bueno, con poca incidencia de mildio. A esto tenemos que sumar que la semilla este año escaseó, fue muy cara y venía mal calibrada.

En mi caso conseguimos sembrarlas a principios de abril, en tiempo, y en este momento el estado sanitario es bueno y se prevé una buena cosecha.

-¿Que producciones venís logrando en un año normal?Como digo, hacemos rotación anual con cereal, un cultivo poco rentable y que hacemos más bien por sanidad del suelo. Nuestro fuerte es la cebolla y la patata.

De patata venimos plantando unas 12 hectáreas, de las que sacamos entre 400.000 y 500.000 kilos y de cebolla alrededor de 3,5 hectáreas de las que logramos alrededor de 150.000 kilogramos.

Este año preveo empezar la cosecha tanto de patata como de cebolla alrededor del 10 de agosto, algo que es inusual en esta zona donde lo normal es recogerlas en septiembre. En el caso de las patatas empezaré a arrancar solamente para venta, mientras que las que van para guardar esperaré a septiembre porque precisan más curación en la tierra para que se conserven bien a lo largo del año.

-¿Cuáles son las vías que empleas para la comercialización?Parte de la patata la comercializo bajo contrato con un mayorista, Patatas Gándara, con un precio pactado previamente. Pero la mayor parte, la vendo directamente a supermercados y cadenas de fruterías (Frutas Nieves, Frutas Sol, Horsal..etc). Este año se prevé que vuelva a ser un año con buenos precios, se habla de que están llegando en origen a 0,80 y 0,90 el kilo porque hay menos producción.

En cuanto a la cebolla tiene un precio más estable. Nosotros la arrancamos con máquina y la dejamos entre 4 y 5 días en la finca para que seque, aunque últimamente estamos teniendo problemas de robos en las fincas. Luego la cogemos también con máquina y la almacenamos en cajones de madera en una nave con ventilación controlada para garantizar su conservación.

Tanto para la cebolla como para la patata tenemos todo el proceso de cultivo mecanizado para mejorar la productividad y, sobre todo, porque nos permite hacer los trabajos agrícolas cuando realmente hay que hacerlos, sin riesgos de que se pierda el cultivo porque llovió por las cebollas o por las patatas y no tenías quien las recogiera. Únicamente contratamos la recolección del cereal.

Alrededor de 300.000 kilos de patata y los 150.000 kg de cebolla la comercializamos nosotros a la distribución desde agosto hasta marzo, aproximadamente. Las envasamos nosotros y se las enviamos a nuestros clientes, que principalmente se encuentran en las ciudades y en las villas de la costa de Galicia. Es cierto que nos requiere más mano de obra pero logramos más beneficio por kilo tanto de patata como de cebolla. Las cebollas las envamosa en sacos de 15 kg, y las patatas en sacos de 10, 15 y 20 kilogramos, según nos pida el cliente.

-Llevas 10 años dedicado profesionalmente a la agricultura pero de formación eres ingeniero industrial, además de profesor de la enseñanza. ¿Como se entiende este cambio?Estudié ingeniería industrial en Vigo y acabé en el año 2011. Luego hice un máster de investigación en tecnologías y procesos avanzados en la industria y me incorporé cómo investigador en el departamento de Física Aplicada del Grupo LáserON, que investiga las aplicaciones del láser, principalmente en el campo de la medicina. Estaba contratado entonces como investigador mientras cursaba el doctorado y me salió la oportunidad de ir a estudiar 9 meses a Hong Kong. Lo valoré, y toda vez que para estabilizarte profesionalmente como investigador tranquilamente llegas a los 40 y pico años, descarté la oferta y decidí seguir con la explotación de mis padres, a la que le veía oportunidades para mejorar su rentabilidad y elegir un modo de vida en el que para mí había más ventajas.

Así, me incorporé al campo en el 2014, aunque como plan B me presenté a las listas de profesorado y tengo el puesto consolidado, por si algún día quiero optar por esa salida.

-Tu decisión no debió ser muy apoyada por tu entorno…..No la entendía ni la familia ni los vecinos, ni amigos…decían que estaba loco porque desgraciadamente sigue presente el estigma social de que en el campo queda el que no vale para otra cosa. En el caso de mis padres, a pesar de no compartir mi decisión, me apoyaron para hacer la principal inversión que hicimos: Una nueva nave en la que gastamos unos 200.000 euros.

A día de hoy no me arrepiento para nada de la decisión que tomé: Trabajo en mi tierra, estoy con mis seres queridos, gano en general más de lo que percibiría como investigador o profesor y, algo muy importante, soy dueño de mi tiempo y puedo conciliar. Tuve un hijo y puedo decir que no perdí ninguna ecografía durante el embarazo.

-¿Que cambios hiciste en estos diez años en la explotación familiar?Partíamos de una explotación muy pequeña, en la que mis padres venían produciendo unos 20.000 kilos de patata y otros 20.000 kilos de cebolla y en estos diez años multipliqué por 20 la producción de patata y por 7 la de cebolla.

-Eres uno de los pocos agricultores de A Limia que tiene plantadora automática de cebollas. Cuenta cómo funciona…La semilla de la cebolla es propia nuestra y la mandamos a un vivero para que nos haga la planta. Para optimizar el trabajo compré una plantadora automática autopropulsada, está fabricada en Japón, y me permite que yo sólo pueda plantar sobre 200.000 cebollas en el día. Es una de las mejores inversiones que hice en la explotación.

Considero que la clave para mejorar la rentabilidad de la explotación fue incorporar maquinaria para mecanizar el trabajo todo lo posible y por otra parte mejorar la comercialización, para tener más margen y tener una clientela estable.

-¿Como valoras las ayudas que recibiste como nuevo agricultor?Pues en mi caso tengo que decir que la experiencia fue negativa. Cuando me incorporé en el 2014 y tuve que comprar un tractor, coincidió con un cambio de la PAC, con lo cual no había suficiente dinero para las ayudas de incorporación y tuvimos que hacer la inversión de casi 200.000 euros en el nuevo almacén. Únicamente tuvimos una ayuda del 20% del GDR Limia-Arnoia con cargo a los fondos FEADER.

Y de la PAC prácticamente no cobro nada porque en España los agricultores jubilados pueden seguir cobrando las ayudas. Pedí derechos de la Reserva Nacional para nuevos agricultores pero sigo a la espera.

También eché en falta más asesoramiento e información por parte de las Oficinas Agrarias Comarcales. El servicio público de extensión agraria desapareció, dejando toda esa labor en las casas comerciales, que tienen sus intereses. Hoy si ves un funcionario de la Oficina Agraria que te viene a hacer una visita es casi siempre para hacer una inspección, no para asesorar. Es una pena.

Por último, me parece que el exceso de burocracia, junto a una legislación elaborada muchas veces desde los despachos, sin tener en cuenta a los productores, hace que mucha gente joven que se incorpora al campo se desanime.

Fuente: campogalego.es


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