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Argentina 21/05/2024

Argentina (San Luis): En Candelaria el granizo daño a la papa, cebolla, algodón y a la soja

Ya lo anticiparon todos los especialistas en clima del mundo: “Los eventos meteorológicos, debido al cambio climático, serán extremos, en plena época o fuera de ella”.

Resultado. Durante un recorrido, el ingeniero agrónomo Said Tarazi contó que la papa detuvo su crecimiento.

La teoría se está cumpliendo y las evidencias son aún más claras al observar,  por ejemplo, las inundaciones  en Brasil y en el noreste argentino. 

A nivel provincial son varios los episodios, el más reciente fue en Candelaria, donde una tormenta de granizo cayó con toda la furia que puede expresar. Esta vez la que se llevó la peor parte fue la papa, que estaba en plena época de floración, pero también afectó a algunas plantaciones de cebolla, soja y algodón. En Luján, una helada fuerte hizo de las suyas sobre la papa también.  

“La piedra no cayó en solo un sentido, el viento generaba tanto remolino que caía en todos lados y con la misma fuerza. En esta zona, cuando hay mucho viento sur o norte, la piedra cae cruzada y por más que haya una cubierta los cultivos no tienen chance de nada”, explicó el ingeniero agrónomo Said Tarazi, que trabaja para algunas empresas multinacionales que se radican entre Quines y Candelaria, y acostumbra a recorrer los campos.

“La tormenta tuvo un aviso a muy corto plazo. Quizás figuró unas veinte horas antes una alerta de lluvia, pero no marcó probabilidades de granizo. En este momento del año tener un evento así no es normal, para nada normal. La tormenta empezó en Quines, se fue hacia Candelaria y llegó hasta Villa Dolores, donde el peor daño se produjo en la zona Los Cerrillos, en el límite con San Luis. 

En cuanto a superficie por suerte fue poco, y aclaro en superficie, porque el daño que produjo el granizo en los cultivos fue gravísimo”, añadió el ingeniero agrónomo Luis Pletsch, quien también produce y brinda asesoramientos sobre el agro en la misma zona que Tarazi.

En esta fecha el daño principal se produce en el cultivo de papa. Según los informes que brindaron ambos especialistas, los daños se produjeron en campos repartidos entre San Luis y las localidades del límite con Córdoba y entre todos suman alrededor de 300 hectáreas.

El episodio climático fue el miércoles 8, alrededor de la una de la madrugada. “Lo que suele pasar en esta zona es que inicia la tormenta en Quines con granizo un poco más chico y después se agrava cuando pasa a la zona de San Miguel, y otro poco más cuando se dirige al norte de Candelaria. Por lo general la corriente de aire suele ir de oeste o suroeste hacia el lado este o noroeste. Entonces abarca Luján, pasa por San Miguel y cruza para el lado de Villa Dolores”, indicó Said con la precisión de un relojero.

El ingeniero continuó: “En campos en los que se trabaja en círculos de riego pueden resultar menos afectados aquellos cultivos que están dentro de la línea central y en los extremos no se produce nada de daño”.

El agrónomo recorrió varios lotes de la zona en busca de información sobre los daños producidos por el granizo. “Muchas veces los lugares afectados son totalmente visibles y está marcado dónde comenzó a granizar y dónde terminó. Dentro de un mismo lote se puede tener la mitad de los cultivos perdidos totalmente, y puede ocurrir que la otra mitad tenga daños muy leves y se puedan recuperar. Entonces es muy variable y es muy localizado el daño que hace”.

A través de la observación, Said Tarazi explicó que los cultivos de papa que habían sido sembrados en febrero y ya estaban en plena época de floración, quedaron destruidos. “Hay plantas que están dañadas totalmente y se ha perdido gran parte de la producción. Hay otros cultivos que estaban un poco más avanzados y ya se había logrado un tamaño considerable del producto. Hay que tener en cuenta que el cultivo de papa que se perdió es de ciclo corto. Se hace dos o tres veces al año dependiendo de la zona y la producción es muy dependiente climáticamente del precio también”, especificó.

Pletsch, que realizó el mismo trabajo que Tarazi al recorrer otros campos agrícolas, indicó que cuando los cultivos están con el 100% de daño producido es muy difícil que se recuperen: “El cultivo va a tratar de hacerlo, pero en esta estación del año en la que estamos es muy difícil por el frío”, dijo.

La papa que se utiliza en San Luis es de ciclo corto, esto significa que el proceso de crecimiento es de entre 80 y 85 días. Las intermedias tienen un lapso de 100 y hay otras que tienen ciclos un poquito más largos, entre 110 y 115 días. “El que se dedica al cultivo de papa, hace maíz y trigo para la rotación de los suelos. Pero no hay reemplazo inmediato y a corto plazo, no se puede sembrar otro cultivo  de inmediato. El panorama de la siembra de trigo tampoco es favorable porque los números y los precios son complicados. Entonces, ¿qué se hace ahora? Esperar a julio, a agosto y volver a sembrar la papa que se cosecha en verano. No queda otra”, expresó.

Luis dijo que en el noreste de San Luis y Villa Dolores como zonas productoras, se hacen dos cultivos de papa al año. “Se siembra una variedad que es la de mayor importancia comercial, se implanta en febrero-marzo, se desarrolla en otoño y se cosecha de junio a octubre. Es un producto que va al mercado fresco. La segunda que se produce es la que se siembra en julio-agosto y se cosecha en noviembre-diciembre. En este período ante un evento climático como el que sufrimos hay un poquito más de posibilidad de que se recuperare el cultivo porque va en un crecimiento normal hacia la primavera-verano, que hace calor”, aseveró. Y agregó que “la papa que se siembra en este primer período es de la variedad spunta, y hay algo de sagitta, que son las variedades de piel blanca que generalmente van al mercado. En la mayoría de los campos se trabaja spunta, pero ya en la fecha de plantación de julio-agosto que se cosecha en noviembre-diciembre, se hace más la innovator”.

También especificó Pletsch que entre San Luis y Córdoba suman 10 mil hectáreas y el granizo produjo daño sobre unas 2.500.

Es importante saber, indicó Tarazi, que “el cultivo de ciclo más largo lleva más tiempo realizando fotosíntesis, almacenando reservas para después trasladarlas al tubérculo. Entonces es más probable que se obtenga una mayor producción y un mejor tamaño en ese cultivo. Siempre y cuando se cumplan las condiciones de fertilidad, de clima, de humedad y demás factores productivos”.

Suele ocurrir, dijo Tarazi, que “cuando se pasa un poco el tiempo de siembra porque desocupaste el lote tarde, o por algún problema de manejo en el campo, y la siembra se hace un poco más exigida en cuanto a la ventana de siembra, que si implantaste el cultivo tarde y hubo una precipitación con granizo, afecta a la planta justo en un momento en el que no se puede recuperar. Y es lo que pasó en este caso. Porque, sobre que tenían que crecer en un ciclo corto, además granizó, la planta no tiene la fuerza para volver a producir las hojas, los tallos. Y si después de eso tiene que almacenar reservas en los tubérculos para lograr una producción considerable, entonces muchas veces se termina perdiendo eso, es lo que llamamos etapa de floración, cuando el tubérculo recibe los nutrientes para crecer”.

Pletsch aseguró que de unas 10 mil hectáreas sembradas en la zona del límite con Córdoba, 2.500 resultaron fuertemente afectadas.

“Siempre quien produce asume el riesgo. Ante estos eventos extremos en la zona de Villa Dolores hubo un acercamiento por parte del Ministerio de Producción que está haciendo un relevamiento y certificación de los daños provocados. Entendemos que esta información se va a elevar a la provincia de Córdoba para ver qué colaboración puede haber, alguna línea de crédito, una ayuda impositiva, o algún arreglo con el banco, aún no lo sabemos. En San Luis no hemos tenido contacto con nadie todavía, pero creemos que lo tendremos en breve, una vez  transcurrido el tiempo de esta noticia”, concluyó Plesch.

La papa y sus riesgos

Si bien la papa se desarrolla bajo tierra, los fenómenos climáticos externos, como el granizo, principalmente afectan tallos y hojas. “Sin ellos la planta no puede hacer fotosíntesis y no puede mandar la reserva al órgano de reserva que es el tubérculo. Por ejemplo en otro campo se sembró papa, cayó granizo, pero el cultivo ya estaba casi listo, le faltaban muy poquitos días para lograr el tamaño ideal. Entonces se va a cosechar igual el producto, va a tener un poquito menos de tamaño, pero no se pierde el 100%, solo se pierden algunos kilos”, dijo Tarazi, y añadió que a diferencia de ellos “quienes sembraron en febrero o un poco más tarde, la planta estaba en una etapa más susceptible, cayó granizo y los productores ya no van a tener tiempo de volver a parar esos tallos, tampoco se puede sembrar de nuevo porque los días se empiezan a cortar, se ponen muy fríos y las temperaturas son muy bajas, las plantas crecerían más lento”.

Este tipo de episodios afecta también al mercado de la papa “porque cambia la disponibilidad del producto y el precio también”, explicó Tarazi.

“En Argentina tenemos varias zonas productoras. El sur de Buenos Aires, Tucumán, la zona del norte de San Luis y el límite con Córdoba, en estos lugares principalmente se trabaja la papa porque cuenta con riego. En cambio en Buenos Aires la gran cantidad que se produce es debido a que hay mucha humedad y llueve seguido y la papa es un cultivo que demanda mucha agua y humedad”, explicó el agrónomo.

El especialista indicó que otras zonas del país en las que se cultiva papa son Tucumán, un poco más en Mendoza, Jujuy y Salta. Y explicó que cuando alguna de ellas es afectada por un factor climático, como el de este caso, las otras producciones aumentan su valor, al haber menos disponibilidad en el mercado. Y si pasa al revés, no cae piedra en ningún lado, ni se producen heladas, el precio de la papa suele ser bajo porque hay más disponibilidad que demanda.

El factor principal que afecta a la producción de papa son las bajas temperaturas, “porque es una planta que tiene tallos herbáceos, las hojas también son algo carnosas, entonces ante las bajas temperaturas y la poca humedad  que puede haber en el ambiente se pueden congelar los tejidos. La planta queda como machucada y de color negro, porque se explotan las células y se produce  el mismo efecto que la piedra, la corta, la lastima y la seca, el frío hace lo mismo”, aseguró.

En Luján

En consonancia con lo que explicó Tarazi, Martín Pasman, un productor de papa de Luján, indicó que sufrió una helada durante los mismos días en que granizó en Candelaria. Tanto frío impactó de manera negativa también sobre los lotes sembrados con papa en la pequeña localidad.

“En mi caso tuve una marcada disminución de rindes, que ronda entre el 50 y el 60 por ciento. Al cultivo le faltaba por lo menos un mes para que terminara de desarrollarse. No es una pérdida total la que tendremos, pero sí una disminución en la cantidad de producción que habíamos estimado”, expresó el productor que tiene su establecimiento La Cañada, ubicado en el paraje Los Pejes. También tiene campos en  la localidad cordobesa de Villa Dolores, Pasman explicó que allí no le afectó la piedra que pasó para Córdoba, “por suerte solo tuve este inconveniente en Luján”.

Otro de los riesgos que atraviesa  quien produce papa son las heladas tardías, Tarazi explicó que “cuando un productor siembra durante la salida del invierno, para cosechar cerca del verano, las heladas tardías pueden afectar al cultivo, es decir, los fríos que están fuera de época son muy dañinos. Cuando uno siembra  el 1º de agosto y se produce una helada el 20 de septiembre, esa planta ya venía desarrollándose tranquilamente y tenía 50 o 60 días, y tenía un tamaño considerable, ahí la afecta bastante”.

En verano también hay riesgos, aunque el tubérculo crece más rápido, porque las temperaturas son más benévolas y la velocidad de crecimiento es más rápido.

“En esta zona los productores son paperos viejos que ya conocen los riesgos del negocio, qué hacer, qué no hacer, cuándo hacerlo y cuándo no. Además hay que tener en cuenta que el cultivo de papa, a diferencia de los otros, conlleva altos riesgos, principalmente por el granizo y el frío. Este tipo de producción se caracteriza por un 20% de probabilidades de que pase esto, uno de cada 5 años ocurren estos fenómenos extremos”, dijo Tarazi.

El productor añadió que lamenta mucho las pérdidas ocasionadas y aseguró que recién podrán volver a sembrar papa el año que viene, en primavera.

“Una tormenta de granizo de estas magnitudes es una tragedia que sufren unos pocos, nadie se entera de esto que sucede en el campo, y en realidad nos afecta a todos porque es una cadena de costos y de comercio que se ve perjudicada. Pero en el campo siempre es así, por más que ocurran estos episodios no se puede cambiar de rubro, es parte de la actividad arriesgar, invertir y jugársela a producir, hay que tener en cuenta que después de un cultivo va otro y luego otro, y en teoría debería ser rentable, pero son más las veces que ocurren este tipo de episodios”, concluyó.

También hubo pérdidas en algodón y soja

Ante las tormentas que incluyen granizos intensos, es imposible salvaguardar los cultivos. “En  maíz y soja, por ejemplo, que las hojas, que son más flexibles, aguantan una granizada en una etapa temprana y se recupera un poco después, o en una etapa tardía, ya madurada; aunque no el medio del ciclo. Pero en esta granizada no se salvaron la cebolla, ni el algodón, ni la soja. Teníamos lotes listos para cosechar el algodón, pero la piedra tiró la mota y no hay forma de levantar la fibra. Ya quedó dañada y contaminada con la tierra del suelo, además la máquina solamente recoge lo que hay en la planta. En el caso de la soja sucede lo mismo, tira los granos y es imposible rescatarlo, es física y económicamente imposible”, afirmó el agrónomo.

A través de un video, Tarazi expuso lo que sucede una vez que la mota de algodón cae al piso. En él se percibe cómo los copos de algodón quedaron dañados por el granizo, una verdadera tragedia.

Aspectos de la producción de papa en San Luis

La Federación Nacional de Productores de Papas indicó que la superficie sembrada de papa entre Córdoba y San Luis alcanzó en septiembre de 2022 las 14.608,8 hectáreas. Ambas provincias juntas ocupan el segundo lugar entre las principales regiones productoras del tubérculo en todo el país y forman parte del 28,8% del total. Lidera Buenos Aires con el 55%; en tercer lugar está Tucumán con el  7,7%; sigue Mendoza con 5,3%; después Jujuy-Salta con 1,7%; y Santa Fe con 1,2%.

Entre las localidades productoras  destacan Quines, con 636 hectáreas; y Candelaria con 608,5. La Carolina supo tener producción de papa semilla, aunque el Ministerio de Desarrollo productivo no tiene datos actualizados sobre este aspecto.

Durante una nota en el establecimiento La Cañada de Luján, en junio de 2023, Pasman, indicó que las condiciones de producción de la provincia son óptimas. “Uno de los atributos de esta zona es que tiene buena calidad de agua. Son perforaciones que dan 400 metros cúbicos y permite regar muy bien los cultivos. La verdad es una zona muy productiva en cuanto al agua, a las condiciones climáticas y las características del suelo”, afirmó, el productor que comercializa a empresas como McCain y Simplot.

Las variedades de papa de las que se saca un mayor aprovechamiento son spunta, saggita e innovator.

La papa spunta es de origen holandés. Es el cultivo que más se consume en el país por excelencia y va directo al mercado o a verdulerías para consumo doméstico. Pasman la describió como un producto “difícil de mecanizar porque tiene la piel muy finita. Es la que se industrializa, va a McCain y Simplot, que son empresas que la venden, para hacerla frita en forma de bastón, precongelada”, dijo el productor.

El tubérculo de spunta es ovalado y redondeado de gran tamaño, la pieles de color amarillo claro, y la carne es blanca. Posee ojos semiprofundos, que son las manchitas que se perciben a simple vista. Es una de las más elegidas por los productores argentinos por su alto rendimiento, su maduración es de semitremprana a semitardía, tiene buena tolerancia al calor y es resistente a la sequía.

La sagitta, cuyo destino es la industria, se hace en menor proporción. Es una variedad de tamaño mediano, forma ovalada, piel lisa y amarilla, y carne de color amarillo claro. Tiene una materia seca de 18% de almidón y 82% de agua. Además se caracteriza por una buena calidad de conservación, es resistente al daño mecánico y golpeo, que puede darse durante la cosecha. También posee un alto rendimiento, y como la spunta, la maduración y la tuberización es temprana. 

En cuanto al rinde es de elevada producción, tiene una calidad de fritura alta y constante aunque también se puede consumir hervida.

Para Pasman la mejor es innovator, sirve para hacer papas fritas, “tiene un 20 por ciento de materia seca contra el 16 por ciento de las otras variedades. Cuando uno la prepara como puré tiene que ponerle mucha más leche y manteca. O sea, si comés una papa hervida y es innovator la notás que está seca porque tiene mayor cantidad de almidón”, indicó el productor de Luján, y asegura que en cuanto a las características físicas, la que es para la industria y la de consumo en fresco se ven de la misma manera.

A diferencia de las dos anteriores el tubérculo es más alargado, tiene la piel reticulada, el interior es amarillo claro, posee baja materia seca, se caracteriza por su constante calidad de fritura, es resistente a nematodos Pa2 y Pa3 y a la sarna común y phytopthora infestans. La maduración es muy tardía, el período de desarrollo es de 130 a 140 días.

Ya lo anticiparon todos los especialistas en clima  del mundo: “Los eventos meteorológicos, debido al cambio climático, serán extremos, en plena época o fuera de ella”. La teoría se está cumpliendo y las evidencias son aún más claras al observar,  por ejemplo, las inundaciones  en Brasil y en el noreste argentino. A nivel provincial son varios los episodios, el más reciente fue en Candelaria, donde una tormenta de granizo cayó con toda la furia que puede expresar. Esta vez la que se llevó la peor parte fue la papa, que estaba en plena época de floración, pero también afectó a algunas plantaciones de cebolla, soja y algodón. En Luján, una helada fuerte hizo de las suyas sobre la papa también.  

Fuente: eldiariodelarepublica.com


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