Brasil: Escenario actual del cultivo de papa y principales desafíos
En Brasil, se estima que existen 100 mil hectáreas del cultivo repartidas en varios estados del país, generando una producción de 3,8 millones de toneladas, según IBGE / 2018.
Por Alison Rampazzo, líder de cartera de la línea Hortifruti de Corteva Agriscience.
Las patatas son uno de los alimentos más consumidos del planeta, solo por detrás de los lácteos, el trigo y el arroz. Actualmente, el tubérculo se siembra en más de 130 países, cubriendo alrededor de 20 millones de hectáreas, lo que resulta en la producción de más de 400 millones de toneladas de papa al año. En Brasil, se estima que existen 100 mil hectáreas del cultivo repartidas en varios estados del país, generando una producción de 3,8 millones de toneladas, según IBGE / 2018. La productividad ha ido aumentando, debido a las variedades más productivas y el uso de nuevas tecnologías relacionadas con el riego, la nutrición, la preparación del suelo y el uso de semillas de papa de calidad. La mayor parte de esta producción se vende in natura, con alrededor de un 25-30% destinado a procesamiento industrial, en forma de fritos congelados (500 mil toneladas), chips y papas fritas (250 mil toneladas).
La papa es un cultivo de gran importancia socioeconómica. Además de su valor como alimento sustancialmente nutritivo, el cultivo de papa es una potente fuente de creación de empleo. En Brasil, hay cerca de 2 mil productores, que generan más de 30 mil empleos directos e indirectos.
La cadena productiva de la papa tiene un papel muy importante, con un PIB de entre 4 y 5 mil millones de reales, hasta la puerta de la propiedad del agricultor. Sin embargo, los retos hasta llegar a la mesa del consumidor con calidad son grandes. Para ello, todo el proceso de producción, desde la elección de las patatas de siembra hasta la cosecha y el lavado, es fundamental para el éxito de la operación.
Tradicionalmente, el principal paradigma de producción de cualquier cultivo ha sido aumentar la productividad por unidad de superficie. Sin embargo, más recientemente, ante la feroz competencia impuesta por la globalización de los mercados, la excelente calidad ha sido el principal criterio para agregar valor al producto. En los últimos años se observa que muchos productores han abandonado la actividad, sin embargo, los que se han quedado han implementado sistemas de gestión empresarial en profundidad y han acompañado la adhesión de innovaciones tecnológicas, con el fin de lograr mayor productividad (kg / Ha) y calidad del tubérculo. Ofrecido.
Cabe señalar que en el escenario cultural actual, factores como: calidad de la semilla, manejo del suelo, riego, sanidad vegetal y mecanización son los aspectos más destacados para mejorar los techos productivos. Por otro lado, algunos factores corroboran resultados negativos para el aumento de la productividad, como plagas (larva de oxiuros, larva minera, mosca blanca), enfermedades (tizón tardío, canela negra, sarna común, fusariosis y mancha negra), calidad, altos costos laborales e incluso falta de crédito.
El cultivo de papa en Brasil está básicamente enfocado al consumo interno (mercado interno), vinculado directamente a la oferta y demanda del mercado. En este sentido, la relación de rentabilidad para el productor ha sufrido una volatilidad significativa. Según la encuesta de CEPEA de 2011 a 2018, los años 2017 y 2018 estuvieron marcados por precios por debajo del costo de producción. Históricamente, los productores con mejor manejo y uso de tecnologías obtienen un mejor desempeño rentable.
Uno de los principales desafíos del sistema productivo en su conjunto en Brasil, que incluye la producción de papa, es el factor económico que, debido a los bajos ingresos de gran parte de la población, compromete el acceso al producto en el mercado. Esta situación induce una retracción de la demanda del mercado y, en consecuencia, provoca una desorganización en el flujo de comercialización que se ve agravada por las entradas del producto importado. Una mayor demanda por parte de los consumidores por la clasificación de la papa en el mercado en cuanto a habilidades culinarias (calidad intrínseca de los cultivares) podría incrementar el valor del producto nacional, así como las formas de presentación del producto en las estanterías de los supermercados, trazabilidad, marcas, etc. Estos son ejemplos de lo que ocurre en otros países donde el consumo de papa per cápita es mayor, y que podría implementarse en Brasil,
Fuente: grupocultivar.com.br