México: El alto precio de la papa en los supermercados llega hasta un 600 % más que lo que recibe el productor
Supermercados y malas políticas hacen puré el negocio de la papa. En el campo, la papa tiene un precio de hasta ocho pesos el kilo, pero el consumidor final la adquiere en centros comerciales hasta 600 por ciento más cara.

Pese a la amplia oferta de papa que existe en la región, algunas tiendas de autoservicio de la ciudad han aumentado, sin razón de ser, los precios de esta hortaliza hasta en más del 600 por ciento en los últimos cinco años.
Productores de Coahuila y Nuevo León revelan que mientras el kilo de papa hoy tiene un precio en campo de entre siete y ocho pesos, en supermercados como HEB ha llegado a valer hasta 46 pesos el kilogramo.
Y lo mismo sucede en los centros comerciales de la mayoría de las entidades del país.
“Es un abuso por parte de los autoservicios, no hay ninguna justificación válida para esto. Ellos no absorben el riesgo del campo, el clima, las enfermedades, los hongos, ellos no tienen ninguno de estos riesgos. Compran papa, si no se les vende se la regresan al comerciante... Así ha sido toda la vida. Entonces realmente no tienen ningún riesgo como decir, ‘oye es que yo me la juego’”, reclama Roberto Garza Villareal, empresario local del campo.
Sin que hasta ahora autoridades como la Secretaría de Economía o la Procuraduría Federal del Consumidor, (PROFECO), intervengan para regular el precio de este producto, uno de los cuatro principales alimentos en el mundo, junto con el arroz, el trigo y el maíz.
“Creo que la papa nunca ha sido de los productos clave para el gobierno, el gobierno se ha clavado más en el tema del maíz, trigo, frijol. La papa nunca ha sido considerada canasta básica”, reprocha Garza Villarreal.
Tal situación, advierten los agricultores, ha venido generando una serie de impactos negativos al sector, tanto económicos, como sociales.
Por una parte, el alto precio de la papa en los supermercados ocasiona que miles de toneladas de este tubérculo, de importante valor nutricional y energético, se queden botadas en el suelo.
Y, por otro lado, que ante el encarecimiento de este producto, la gente prefiera comprar comida procesada o semiprocesada con escasas cualidades nutricias, lo que a la larga deriva en problemas de salud para la población.
“Creo que las tiendas de autoservicio no están manteniendo esa elasticidad de la oferta y la demanda, y eso viene y le pega al consumidor final porque encuentra las papas más caras, y en lugar de comprar papa, que es un alimento que aporta muchos nutrientes, acaba comprando comida chatarra para sus familias. Y le pega al agricultor porque no se mueve el producto que necesita desplazar. Si se respetara esa elasticidad de la oferta y la demanda estoy seguro que todo funcionaría de acuerdo al libre mercado, pero no está funcionando así.
“En un libre mercado tiene que regir la oferta y la demanda. Sin embargo, a finales del año pasado, por estas mismas fechas, el precio de la papa en campo llegó a estar a 21 pesos kilo, y en el autoservicio a 39 pesos kilo. Si los autoservicios, que son el principal distribuidor de alimentos del país, no reflejan la baja en los precios que hay en el campo, entonces el consumidor final no tiene ese impacto del alimento y al final del día acaba comprando comida chatarra, porque le sale muy caro comprar alimentos frescos o comida fresca”, detalla Roberto Garza.
PRECIOS ALTOS, BAJO CONSUMO
En su tesis “Sistema de Producción de Papa en el Estado de Coahuila y Nuevo León”, Héctor Manuel Castillo Soto, agrónomo, consigna que en México se consumen entre 15 y 16 kilos de papa por persona al año, cuando en naciones como Holanda, Alemania y Polonia, su ingesta llega a ser hasta de 90, 120 y 140 kilos anuales por habitante, respectivamente.
“No concuerda precios en campo, con precios al consumidor. Hay algo que no cuadra muy bien ahí. Yo no sé si la Secretaría de Economía, si PROFECO tengan que actuar, que elaborar algún tipo de análisis o investigación sobre qué es lo que está pasando con estas tiendas de autoservicio para exhibir precios sumamente caros”, urge Gildardo González Saldívar, presidente de la Confederación Nacional de Productores de Papa (CONPAPA).
En un recorrido realizado por distintas tiendas de autoservicio de Saltillo el pasado martes 23 de septiembre, justo en el día “de ofertas” que la publicidad de estos negocios ha dado en llamar los “martes de frutas y verduras”, se observó que el precio del kilo de papa fluctuó entre 29 pesos, en AlSuper; 29.99, en Merco, y 39.95 en HEB.
Llamó la atención el caso de Walmart, donde el cartelón de oferta anunciaba una rebaja de papa que iba de los 69 pesos a los 29 pesos kilo.
Y en un viernes normal el costo del kilo de papa en Soriana se ubicó en 36.90 pesos.
Esto a pesar de que hoy las centrales de abastos del país, el principal intermediario del sector, vienen pagando las primeras y mejores papas al agricultor en campo a entre siete y ocho pesos por kilo, para venderla a los autoservicios a un precio de entre 14 y 16 pesos kilogramo.
“Y esa es la parte que no se comprende, debería ir como que equitativamente: te bajaron las papas en campo, pos se bajan al consumidor, eso debería ser lo más normal y eso no está sucediendo, y es lo que nos está llamando la atención”, se queja Gildardo González Saldívar.
Este medio solicitó una entrevista al área de comunicación social de la Secretaría de Economía federal. Sin embargo, hasta el cierre de edición no hubo respuesta.
Por su parte la PROFECO se deslindó del asunto, y explicó que sus atribuciones se limitan a verificar que los precios de los productos estén a la vista del público en montos netos, toda vez que recomendó a los consumidores utilizar la plataforma Quién es Quién en los Precios (QQP).
“Antes de concretar alguna compra primero cotejen. Yo ya comparo cuánto cuesta en el HEB, cuánto cuesta en Bodega Aurrera, en la central de abastos, y ahí el consumidor tendrá la mejor opción para poder comprar. Nosotros como consumidores tomamos la decisión final, que es la compra. Si ven en algún lugar que los precios estén exageradamente altos, es bien sencillo, no les compren, se les va a llenar el inventario y van a tener que rebajar el producto”, aconsejó un funcionario de esta Procuraduría que pidió omitir su nombre.
La Secretaría de Desarrollo Rural federal, (SADER), por su parte, respondió que no tiene injerencia en los precios de los alimentos, sólo en algunos aspectos referentes a su producción.
Del mismo modo se contactó a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio, (ANTAD), no obstante, la administración dijo desconocer todo lo relacionado a precios de sus asociados.
“La realidad es que no tenemos. Ni podemos hablar porque no conocemos, o sea no conocemos sobre el tema. En general las tiendas no reportan ventas ni precios, cada cadena lo maneja de diferente manera. Pregúnteles a las tiendas directamente”, sugirió una vocera de ANTAD.
SEMANARIO envió entonces solicitudes de entrevista, vía correo electrónico y whatsapp, a distintos corporativos comerciales, con la intención de que hablaran de los criterios utilizados para fijar precios de la papa, pero hasta el momento no han respondido.
“No importa dónde siembres, no importa de dónde sean tus papas, vas a perder dinero a este precio. No puede ser que (las tiendas) tengan 700 por ciento de margen (de ganancia), contra el productor en campo. Creo que es irracional y el problema no es que vas a perder dinero, se van a quedar tiradas en el piso miles de toneladas de papa que pudieran ayudar a alimentar a los más pobres del país, y ahí es donde empieza el tema social.
“Todos los días se dice que a la gente no le alcanza para ir al súper. Nos gustaría que se bajara el precio de la papa en los autoservicios, la gente consumiría mucha más papa mexicana, ayudando a los trabajadores mexicanos, a los productores mexicanos, a toda la cadena de suministro, a los traileros que mueven esa papa...”, comenta Roberto Garza, agricultor.
PAPA FRESCA TODO EL AÑO
El agricultor Roberto Garza no se explica cómo a pesar de que México es autosuficiente en la producción de papa, no haya en los supermercados papa mexicana barata.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, (SIAP), reporta que en 2018 se cultivaron en México 60 mil 303.48 hectáreas de papa, con una cosecha de un millón 802 mil 591.68 toneladas y rendimientos de 29.89 toneladas por hectárea.
Según datos de la Confederación Nacional de Productores de Papa, para 2024 se sembraron en el país más de 65 mil hectáreas de papa, con una producción cercana a los dos millones 200 mil toneladas y una sobreproducción por hectárea arriba de 32 toneladas.
“Lo cual nos hace sumamente autosuficientes en la producción nacional”, advierte Gildardo González, presidente de la CONPAPA.
Garza Villarreal previene que esta política de los supermercados de asignar altos costos a la papa, tiene muchas consecuencias para el campo, y particularmente para los agricultores que hoy son ya una especie en extinción.
“Ya nadie le quiere entrar al negocio”.
PÉRDIDA DE PRODUCTORES EN COAHUILA Y NUEVO LEÓN
De acuerdo con estadísticas del SIAP, en 1995 se sembraban en la región de Coahuila y Nuevo León seis mil 892 hectáreas de papa, con una producción de 234 mil 838 toneladas. Casi 30 años después, en 2024, la superficie se redujo a dos mil 869 hectáreas de papa y a una producción de 123 mil 469.94 toneladas.
Roberto Garza asevera que hoy en esta zona apenas y se llegan a cosechar entre 35 mil y 40 mil toneladas.
“En la región de Saltillo, 10 años atrás, se llegaron a sembrar más o menos 12 mil hectáreas de papa, hoy se siembran tres mil”, apunta Garza Villarreal.
Empero, remarca que esta región es estratégica, dado que surte de papa a todo el país durante el último trimestre del año, justo cuando empieza a escasear el producto.
“En esa temporada la región de Saltillo todavía tiene papa de buena calidad, de buen freído para las fábricas, y de buen lavado para el mercado de abastos”.
Se calcula que en la zona de Galeana, Nuevo León, y Arteaga, Coahuila, la región papera por excelencia del noreste de México, hasta hace 30 años, había entre 50 y 60 productores de papa. Hoy sobreviven, si acaso, 10 de los más fuertes.
“Es una tristeza porque la región de Coahuila y Nuevo León ha sido una de las pioneras en la producción de papa a nivel nacional. Ahí están productores o estuvieron productores que tenían más de 50 años en la producción de papa y ahorita ya no siembran, nomás se quedaron unos cuantos”, comenta Gildardo González.
Al alza indiscriminada en los precios de esta hortaliza, impulsada por las tiendas de autoservicio, se suma la eliminación de apoyos gubernamentales a los productores de papa, los cuales se arrastran desde antes de la entrada de la 4T, asegura el empresario Roberto Garza:
“La agricultura tiene muchos años muy descuidada, desde antes ya venían quitando beneficios al campo. La 4T no ayudó, pero ya venía muy castigado el tema”.
Subsidios a la electricidad, al diésel, a los seguros agrícolas, a los sistemas de riego, a la adquisición de fertilizantes, a la compra de tractores, a la construcción de cuartos fríos y al financiamiento, les fueron quitados a los productores de papa durante la administración del presidente Ernesto Peña Nieto, asegura Garza Villarreal.
“Imagínate les vas sumando todas las situaciones de costos y cargos, y sin subsidios y aparte las tiendas de autoservicio poniendo caro el producto al consumidor sin razón de ser...”, lamenta el líder de la CONPAPA Gildardo González.
ZONA COMPLICADA PARA LA PAPA
Aquí solo el control de plagas y enfermedades acapara casi el 60 por ciento del valor del cultivo, sin contar el alto costo de los demás insumos como semilla, mano de obra, riegos y fertilización.
“Somos una de las zonas más complejas por las plagas y enfermedades que tenemos, por las heladas tempranas, por las granizadas en mayo, por las lluvias intensas en octubre y noviembre, cuando llueve. Todos esos son riesgos que nosotros tenemos en el campo y, al mismo tiempo, somos de los que más invertimos para sacar un kilo de papa y los rendimientos son complicados, porque somos una zona seca”, dice Roberto Garza.
De hecho, la aparición de plagas y enfermedades en la región, y el posterior costo para sacar el cultivo, ha hecho que muchos agricultores abandonen el negocio de la producción de papa.
“Se vino un problema muy fuerte de un insecto vector de una enfermedad que se llamó punta morada que elevó los costos, y muchos agricultores no pudieron soportarlo. Los productores fuertes son los que se fueron quedando aquí. Muchos dejaron de sembrar por la infestación de plagas y enfermedades”, platica un técnico de la SADER federal que no quiere ser identificado.
Con base en estimaciones de la SADER, el gasto por hectárea de papa para un productor de la región de Coahuila y Nuevo León, oscila entre los 300 mil y 400 mil pesos.
“La verdad es que somos una zona muy complicada, somos, me atrevo a asegurar, la zona más cara para sembrar papa del país. Al mismo tiempo corremos muchísimos riesgos en una zona donde hay un acceso al agua muy complicado. Nosotros tenemos pozos de agua a más de 350 metros de profundidad. Si le seguimos tantito más a lo mejor nos hacemos petroleros”, manifiesta Roberto Garza Villarreal.
El relevo generacional es otro de los agentes que ha influido en la merma del sector.
“Es una realidad que hoy el campo está en la cuerda floja, de por sí ya nadie quiere ser agricultor, los jóvenes no quieren trabajar en el campo, quieren trabajar en tecnología, en oficinas, con aire acondicionado, detrás de una computadora, en cosas muy tranquilas y sin presiones, y en el campo todos los días es un susto nuevo: que si se quemó la bomba, que si se soltó el sistema de riego, que si se reventó una tubería, que si hizo mucho calor, mucho frío, que si no llovió, que si llovió mucho, que si con la lluvia nos pegaron los hongos como el tizón tardío”, comenta Roberto Garza, también miembro activo de la CONPAPA.
Aun así, Gildardo González, afirma que los agricultores del país han hecho la tarea en cuanto a mantener una muy buena producción de papa por hectárea, calidad idónea, implementación de tecnologías de punta para el uso del agua, sustentabilidad en la producción agrícola con el uso de agroquímicos acorde a las necesidades del cultivo, conforme a los climas...
“Lo cual nos hace más productivos. Estamos haciendo la tarea de ser eficientes, de cuidar fitosanitariamente a nuestro país, nuestros suelos”.
ABRIR LA FRONTERA, OTRO GOLPE
Fernando Tohui Lomelí Valero, productor de papa en la región, critica la decisión del pasado gobierno lopezobradorista de abrir la frontera a la importación de papa proveniente de Estados Unidos, una medida que significó un golpe más para el productor y, en general, para el campo mexicano.
“Sin ninguna regulación, creo que fue un tema más de populismo que de un verdadero apoyo al campo, que de una verdadera soberanía alimentaria. Fue todo lo contrario, nada de soberanía alimentaria, de autosuficiencia alimentaria, eso se decía en el discurso. Ellos (los norteamericanos) sí protegen su campo, todo lo que puedan producir no dejan que se importe de ningún lado. Estados Unidos cuida a sus productores”.
Cifras de la Confederación Nacional de Productores de Papa indican que tan solo de enero a julio de 2025 se habrían importado al país más de 101 mil toneladas de papa fresca americana, 33 por ciento de las 300 mil toneladas que se importaron de papa en sus diferentes presentaciones: papa en bastón, en pellet y en polvo para hacer puré.
“Nosotros siempre hemos recalcado y hemos estado en pie de lucha con la parte fitosanitaria, puesto que México no tiene plagas ni enfermedades que tiene Estados Unidos, que son cuarentenarias y que no solamente afectan al cultivo de la papa, también a otras solanáceas como el tomate, los chiles, la berenjena...”, cuestiona Gildardo González.
En cambio, en la Unión Americana está restringida la entrada de papa mexicana.
“Para tú exportar papa de México hacia Estados Unidos se tienen que cumplir ciertos requisitos, que hoy se cumplen. Al día de hoy no se exporta papa mexicana hacia Estados Unidos y la papa de Estados Unidos hacia México se importa prácticamente sin ningún tipo de regulación. Lo que estamos peleando es que se exijan los temas de sanidad e higiene, las normas de operación que se impusieron a nivel federal...”, exige Roberto Garza.
Incluso la CONPAPA ha detectado en anaqueles de tiendas de autoservicio, papas de origen gringo con larvas o putrefactas.
“Papa con gusanos, papas totalmente podridas. No es posible que estén permitiendo, nuestro gobierno y las tiendas, ofrecer ese tipo de producto al consumidor. Si tuviéramos unas papas como esas en alguna de las tiendas, una papa mexicana de cualquier productor, de cualquier región de la república, inmediatamente te castigan, te las regresan, te las echan para afuera, al proveedor le hacen unos cargos extraordinarios, pero aparte tiene que reponer con material bueno. Resulta que las papas americanas ahí se quedan y ahí las rematan hasta que las sacan, contra nuestro producto que es de mucho mayor calidad”, recrimina Gildardo González.
Se trata en su mayoría, advierte Fernando Lomelí, de papa almacenada durante muchos meses en Estados Unidos, producto no fresco, con algunas enfermedades propias de esta hortaliza que pueden contaminar los campos y los mercados mexicanos.
“Es papa barata porque tiene mejores condiciones de producción por parte del gobierno. Allá hay subsidios al diésel, a la electricidad permanente, los costos de los fertilizantes son mucho más baratos, las regulaciones para producir también son menores, el acceso a financiamiento para maquinaria y desarrollo de tecnología lo tienen los productores americanos y logran producir una papa barata, de menos vista, de menos calidad. Si hacemos un análisis hasta, quizá, con menos valor nutritivo, una papa con características inferiores a la mexicana. Sin embargo, la importación tan fuerte que hay de papa americana nos cierra el acceso a los consumidores mexicanos, y eso está creando un desbalance tremendo, muy desigual”.
Víctor Manuel Gerónimo, doctor en economía regional, opina en torno a la importación de papa gabacha a México:
“Es irónico, tenemos a nuestros productores de papa que ya tienen experiencia, los recursos de tierra, mano de obra para producir. Sin embargo, ahora resulta que tenemos que comprar papa. El gobierno ha abandonado a los pequeños y grandes productores”.
A diferencia de lo que sucede en México, en Estados Unidos existen apoyos a fondo perdido para mecanización del campo y tasas con créditos de cero por ciento de interés, lo cual resulta en una desventaja o competencia desleal para la papa mexicana.
“Estamos compitiendo en desigualdad, no es lo mismo producir papa en México que en Estados Unidos”, dice Garza Villarreal.
De ahí la importancia, recalca González Saldívar, de que gobierno, tiendas de autoservicio y sociedad en general, respalden el esfuerzo y el orgullo de las familias que trabajan en la cadena de valor de producción de papa, desde la gente que recolecta, jornaleros, responsables o encargados, ingenieros agrónomos, tractoristas...
“No se trata de proteger a un productor agrícola ni a una tienda de autoservicio, es al consumidor. Lo que nosotros necesitamos es que el consumidor tenga lo que requiere para que a su bolsillo le alcance”.
LA PAPA, UN SUPERFOOD
Con todo y que la papa ha sido satanizada por el mito de que engorda y de que es mala, la realidad es que esta hortaliza, originaria de Sudamérica, posee excelentes propiedades nutricias por su alto contenido de carbohidratos, vitaminas, A, C y complejo B, y minerales, calcio, potasio, magnesio fósforo y hierro.
“En 2008 fue denominado por la FAO el cultivo del mundo, porque es el producto más nutritivo y energético para la gente”, detalla González Saldívar.
Jesús Ángel Padilla Gámez, máster en salud pública y especialista en nutrición, define a la papa como un tubérculo “muy noble”.
“La gente piensa que los cítricos son la mejor fuente de vitamina C. Resulta que la papa tiene una propiedad de vitamina C muy respetable, rescatable, y es muy versátil. En la forma de prepararla es donde se pueden aprovechar sus beneficios o, bien, echarla a perder como alimento”.
De tal manera que mientras una papa cocida o al vapor aporta máximo 70 calorías por 100 gramos, una bolsa de papas fritas de 100 gramos proporciona 538 calorías.
La papa, ilustra la nutrióloga Julyana B.g., contiene el doble de potasio que un plátano, cualidad que la convierte en remedio infalible contra la presión arterial en personas con diabetes tipo 2 y adultos mayores.
“Y aunque no lo crean hay estudios que dicen que la papa nos ayuda a controlar el peso. Este tubérculo es maravilloso”.
Su alto contenido de probióticos repara la flora intestinal; su magnesio ayuda a prevenir enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, osteoporosis y diabetes tipo 2; su vitamina B-6 contribuye a combatir trastornos como anemia y hasta depresión, y su vitamina C permite fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir cáncer y cataratas, insiste la doctora Julyana.
Para uso y proceso doméstico se recomienda que la papa se consuma, ya sea cocida al vapor o hervida en agua y que se aproveche como acompañante de otros nutrientes, por ejemplo, el huevo.
“Y si le pones pico de gallo, chile, tomate y cebolla, ya le agregas más nutrientes, le agregas sabor. Se puede usar con un poquito de mantequilla, pimienta, un poquito de sal y tienes un súper alimento que acompañas con un huevito y estás del otro lado”, expone el doctor José Ángel Padilla.
No se puede decir lo mismo de las papas fritas o de las papas a la francesa, que proveen 300 calorías por 100 gramos en su proceso de freído.
“La papa tiene dos tipos de fibra: una fibra en la parte pulpar que se disuelve y contribuye a que se inhiba la absorción rápida de los carbohidratos y grasas de otros alimentos. Y tiene una fibra más rígida en la cáscara que da forma y volumen al bolo fecal para un tránsito intestinal muy saludable”.
¿Quiénes deben de tener precaución con la papa?, los pacientes diabéticos y obesos, que han de cuidar su alimentación del aporte de calorías.
BIEN PAPEADOS...
Gildardo González y Roberto Garza cuentan que desde hace cuatro años la CONPAPA ha venido impulsando una serie de campañas en redes sociales, incluyendo comerciantes y agricultores, y tendientes a incrementar, cuando menos al doble, el consumo per cápita de papa en México en el próximo lustro.
“Las campañas lo que buscan es incrementar el consumo per cápita, sin importar el origen de las papas. No importa si las papas son de Sonora, de Saltillo o de Toluca o de Veracruz, lo que nosotros buscamos es incrementar el consumo per cápita, subirlo de 15 kilos a 30 kilos”, abunda Garza Villarreal.
Uno de los factores que ha incidido en el bajo consumo per cápita de papa, dice Víctor Manuel Gerónimo, doctor en economía regional, es la dinámica económica y social que en la actualidad viven los hogares, en donde la mujer se ha incorporado al mercado laboral y las familias empiezan a consumir alimentos preparados: una pizza, un pollito.
No obstante, estimaciones realizadas por Víctor Manuel Gerónimo, sobre el consumo per cápita de papa, a partir de microdatos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), del INEGI, revelan que hasta 1996 el consumo per cápita anual de papa en Coahuila era de 17 kilos por persona, mientras que en 2024 el consumo se ubicó en 20 kilos, cifra que representa un aumento en el consumo de 17.65 por ciento en el lapso de 28 años.
Dentro de los vegetales que se consumen en fresco, la papa ocupa el primer lugar en cuanto a frecuencia de consumo.
A través de sus campañas, la CONPAPA ha conseguido crear conciencia con información que contribuye a romper los mitos que rodean a la papa, así como reforzar el conocimiento y la identidad de esta hortaliza.
“La campaña de ‘Vamos a papearnos’ fue hace cuatro años, la de ‘Papa fresca mexicana’ fue hace dos años y recientemente estamos con este nuevo proyecto que es ‘Apapáchate con papa fresca mexicana’, donde podamos decirle a la gente el súper alimento que pueden tener. Está muy bonita, con buenos resultados en cuanto a números, muy buenos impactos, muy buenas asistencias”, dice González Saldívar.
El proyecto comprende además la creación de recetas y la promoción del tubérculo como un ‘superfood’ en centros comerciales.
“Estamos trabajando con las cámaras de restaurantes y con otras cámaras empresariales para hacer una campaña en conjunto a nivel nacional”, informa Roberto Garza.
No obstante Gildardo reconoce que nunca van a lograr un efecto práctico tangible, mientras el consumidor no tenga acceso a precios que le puedan favorecer.
Y en este sentido, Garza puntualiza que hasta ahora no ha habido un interés real de las tiendas por participar en la actual campaña.
“Creo que la ANTAD debería ser el principal interesado... porque ellos van a vender más papa, así de sencillo y si ellos venden más papa ganan más dinero. Si el autoservicio baja los precios automáticamente la gente va a empezar a consumir más papa... Exhorto a todos a que sigan comiendo papa...”.
Fuente: vanguardia.com.mx