España: Galicia empieza a recoger la patata con buenas perspectivas de calidad, pero malas de precio
Debido a las condiciones meteorológicas, la cosecha de este año será más escasa, pero los productores destacan su buen calibre y sus cualidades organolépticas

Solo al amparo de la IXP Pataca de Galicia, la comunidad ha plantado este año 690 hectáreas de uno de sus alimentos más característicos. Y, aunque a estas alturas lo normal es que la recogida se hubiera generalizado en la práctica totalidad del territorio, lo cierto es que en una de las principales regiones productoras, Xinzo da Limia, todavía habrá que esperar un par de semanas para ver los tractores trabajando a todo trapo. De ello tienen culpa las condiciones meteorológicas, que obligaron a retrasar la plantación. Por eso se espera que la cosecha de este año sea ligeramente inferior. La buena noticia es que la calidad de lo que se está recogiendo es de las mejores que se recuerda, asegura el presidente de la IXP, José Manuel Gómez. La mala, que el mercado sigue apostando por precios a la baja que, de alguna forma, también afectarán a la cosecha gallega.
«Empezamos hai quince días pola zona de Laza, en Monterrei, e collemos tamén algo en Porqueira e algo no Concello de Xinzo», cuenta Gómez. La campaña ha comenzado, aunque de forma más tímida, en la zona de Riotorto, pero es en Coristanco donde van más avanzados, «porque xa levan recollido entre o 15 e o 20 % da produción», añade. En esta ocasión, la IXP cuenta con cinco nuevos productores, que se han incorporado en esta campaña, y también con unas 75 hectáreas más plantadas. Más de la mitad, cerca de 500, son de la variedad Kennebec, que es por donde ha comenzado la recogida. La agria, de la que hay más de 200 hectáreas, es de ciclo más largo.
Recogiendo patatas anda estos días Juan Ramón Sanjurjo, un productor de Coristanco, que explica que las previsiones de este año no son las mejores, en lo que a cantidad se refiere. «Choveu pouco e a pataca non medrou todo o que debería. Son patacas de menor tamaño e, por iso, temos menos quilos», cuenta. La ventaja es que, al no tener tanta agua, «a calidade é tamén mellor e non houbo enfermidades ningunha», sostiene. Las lluvias de esta semana les obligaron a interrumpir momentáneamente la recogida, pero confía en que, si las condiciones climatológicas lo permiten, toda la cosecha esté levantada hacia mediados de octubre.
En A Limia, en cambio, están a la espera. Por lo menos, en las zonas que rodean a la laguna. Aquí la lluvia impidió que los tractores pudieran entrar en las fincas para plantar cuando correspondía y eso retrasó todo el ciclo. «Sementamos tarde e agora ata finais de mes non empezaremos», cuenta Eloy Manso, un agricultor e esta comarca. Sus expectativas no son demasiado buenas. Muchos de los agricultores de esta zona vienen de una cosecha del cereal que fue desastrosa, debido a las condiciones meteorológicas, y se temen que la de la patata tampoco sea todo lo bueno que debería.
No habrá la cantidad de otros años, aseguran. «Xuntouse todo. Plantaron tarde e cando a pataca tiña que nacer e xa saíran os gromos, viñeron picos de calor que queimaron todo», cuenta Gómez. La ventaja de esto es que «a colleita deste ano ten un calibre moito máis homoxéneo, apto 100 % para o consumo, e unha calidade excepcional. Ten unhas características organolépticas espectaculares e sanitariamente está moi ben», añade.
El lastre del precio: veintipocos céntimos por kilo
El gran problema al que se enfrentan los productores gallegos es el precio que están pagando los mercados por la patata, que este año está siendo demasiado bajo. Aunque la comunidad cuenta con una marca de calidad, como es Pataca de Galicia, que siempre logra unas mejores cotizaciones que las que carecen de IXP, lo cierto es que, tal y como reconoce su presidente «os prezos que se están dando no resto de España son moi baixos e, aínda que os nosos son un pouco superiores, algo si que nos afectan», cuenta Gómez.
«O ano pasado conseguimos un prezo de 50 céntimos por quilo, pero este ano xa se está a falr de vinte poucos. Esa é unha cantidade que vai moi xusta incluso para cubrir gastos», cuenta Manso. «O prezo estimado é de entre 22 e 23 céntimos, iso é unha miseria», añade Amador Díaz, productor y alcalde de A Limia. «Nós imos mantendo os prezos ano tras ano porque temos un mercado moi pequeno», añade Sanjurjo desde Coristanco, aunque reconoce que hay consumidores que se lo piensan dos veces cuando ven la patata de fuera a 80 céntimos «e a nosa a dous euros».
Gómez recuerda que Galicia es una de las últimas comunidades en recoger la patata, que comienza en Murcia y sigue por el sur. «Agora que chegamos nós, os prezos que se están dando no resto de España son moi baixos e, ademáis, está entrando moita pataca de fóra», explica. Por eso considera que el futuro de este sector en la comunidad pasa por seguir apostando por la calidad, por tener la mejor patata posible para conseguir que esta sea valorada en los mercados y estos estén dispuestos a pagar un precio más alto.
Fuente: lavozdegalicia.es