España (Castilla León): Se pronostica baja producción de patata con caída de precios
La campaña presenta mucha incertidumbre por la situación del mercado, donde hay un gran estocaje de producto, especialmente de Cartagena

Acaban de comenzar los primeros arranques de patata en Castilla y León y los productores de la región afrontan muchas dudasen estos primeros compases de la cosecha, debido a la evidente caída de precios que se está viviendo por la gran cantidad de producto que hay por sacar al mercado en otras zonas del país.
También por el descenso que se prevé en la cantidad debido a las altas temperaturas que se están viviendo en el arranque del verano y que no dan tregua ni durante las noches.
En Castilla y León, este año, se ha aumentado la superficie cultivada de patata en alrededor de 2.500 hectáreas, como consecuencia del momento dulce que ha vivido el producto en los últimos dos años y la caída de rentabilidad en la remolacha. En cualquier caso, los productores de patata apuntan a que, ese aumento de hectáreas en la comunidad, no tiene nada que ver con la situación del mercado que achacan al excedente en cámaras que hay en otras zonas, donde no se ha querido vender a tiempo, con el objetivo de subir los precios, estrategia que no ha tenido los frutos esperados. «Hay mucho estocaje, sobre todo de Cartagena, hay poco consumo, no está tirando el mercado, se está juntando todo», detalla el presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (Appacyl), Eduardo Arroyo.
En lo que se refiere al comienzo de la campaña de arranque, precisa que lleva un retraso de unos diez días con respecto a la media, y apunta a que ha empezado los primeros agricultores en las localidades de Medina del Campo y Alaejos en Valladolid y en algunas zonas de la provincia de Salamanca. Arroyo considera que en unos días, se sumarán a estas labores numerosos productores en una campaña que estará generalizadas en el global de la región a principios del mes de agosto.
«Estas primeras patatas que están saliendo no están mal en cuento a rendimientos, pero se prevé una caída grande de producción porque el calor está afectando muchísimo. Está bloqueando muchos patatales que tienen ciclos cortos, y eso afecta de forma importante», puntualiza el presidente de la Asociación de Productores. En esta línea, insiste en que en la región se están viviendo unas temperatura que «no son normales aquí». Al respecto, puntualiza que el termómetro no desciende lo suficiente en horario nocturno. «Si no refresca durante la noche, la patata se bloquea, se para, deja de hacer, pues pierde el día, cuando se recupera ha perdido seis o siete días, que eso significa tener una menor producción», explica.
Mercado
Sobre la situación actual del mercado, Arroyo lamenta que se encuentra «muy parado, con más estocaje del espera, y precios mucho más baratos que el año pasado». Tras dos años donde se han pagado cifras altas, en la actualidad los números han caído en picado. «Están poniendo precios de entre 24 y 28 céntimos, lo que el año pasado 60 céntimos. Se ha reventado el mercado, esa es la realidad que estamos viviendo», lamenta. De cara al futuro, el productor cree que la evolución «tiene mala pinta» de cara al futuro que será «muy difícil levantar los 25 céntimos» de precio.
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En cuanto a las causas de esta situación, según el presidente de Appacyl, no se debe al aumento de la superficie sino a que el «mercado español se ha roto» porque hay en zonas donde no se ha querido vender en su momento para sacar un precio más alto y eso «se ha vuelto en contra».
En cuanto a la situación sanitaria , Arroyo confirma que la patata está « muy sana, aunque la cantidad de producción será pequeña por el intenso calor que hemos vivido». El cultivo en Castilla y León ha sabido dar esquinazo al mildiu por los tratamientos adecuados. «La patata se cuida mucho, el tema de tratar a través de los drones nos ha quitado muchos dolores de cabeza, la gente no trataba muchas veces por no meterse en ellas por los tubos y demás, pero ahora no, tratan y la patata se limpia mucho con el aire», indica.
Más allá de la producción y la sanidad, Arroyo focaliza la problematica en la «desilusión porque el mercado está muy hundido y de momento no podemos a hacer otra cosa. Esperar».
Fuente: elnortedecastilla.es