España: El precio de la patata compensa las pérdidas de la cebolla en Antequera
La escasez de producto en las principales zonas productoras del sur de España ha incrementado el valor de las cosechas de esta campaña
El mercado da un respiro al campo malagueño. Y es que después de haber padecido la peor campaña de cebolla temprana del último siglo debido al exceso de producción, los bajos precios y la falta de compradores, la cosecha de patata tardía parece compensar todas las pérdidas.
Según explica el gerente de Horticultores el Torcal, Juan Antonio Romero, a nivel comercial, la vega antequerana se encuentra ante una de las mejores campañas de verdete de los últimos años, con precios que rondan los 70 céntimos el kilo. De esta forma, se han cubierto los costes de producción e incluso se han superado. «Ha sido una campaña más fácil de llevar en comparación con la anterior, que fue muy dura y complicada. Estos precios van a permitir compensar en cierta medida todas las pérdidas que ha generado la cebolla temprana», confirma.
El alza de los precios se debe a la escasez de producto, pues las intensas lluvias que se registraron en Semana Santa causaron graves daños en los cultivos de patatas de otras zonas productoras del sur de España, como Sevilla, Huelva y Cartagena, donde se produjo una importante merma en la producción. La subida de los precios también ha hecho que este año prácticamente todas las patatas se hayan quedado en España, pues apenas ha habido exportación. «Los países europeos a los que hemos exportado otros años, como Francia, Bélgica y Alemania, han buscado en otros sitios de origen donde el producto está más barato, por lo que casi todo se ha vendido en el mercado nacional», destaca.
Por su parte, el volumen producción han sido “normal”, pues se han llegado a cosechar en torno a 14 millones de kilos de calidad «excelente». «Ha habido años en los que hemos llegado a más, pero también otros en los que hemos tenido menos, por lo que estamos satisfechos», señala.
En los últimos años, Horticultores El Torcal ha apostado por nuevas variedades de patatas destinadas al consumo doméstico y la hostelería como la Farida y la Anissa «muy valoradas en el mercado y con una calidad culinaria muy buena». Esto ha hecho que la clásica Spunta haya pasado a un segundo plano a favor de este tipo de formatos «más uniformes y comerciales».
No hay que olvidar que la falta de agua sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de los agricultores, lo que determinará la siembra o no de los próximos cultivos. «Hay muchos agricultores que no cuentan con agua para poder desarrollar la próxima campaña de patata de tardía y ya han desistido», lamenta Romero.
En dos semanas también comenzarán con la cebolla tardía.
Fuente: laopiniondemalaga.es