España (Galicia): Al menos un 20% menos de producción y de menor tamaño
La cosecha ven marcada por la sementera tardía, que retrasa también la recogida y deja un descenso en la producción. Las primeras patatas arrancadas muestran una buena calidad, aunque se esperan calibres más pequeños. Los precios continúan en alza.
La campaña de patata en Galicia ha comenzado de manera puntual tanto en A Limia, con las variedades de temprano, como en la zona de Coristanco, aunque por el momento poca patata hay arrancada. Este año las lluvias de la primavera retrasaron la siembra y eso está condicionando también la recogida, que llega con cierto retraso, sobre todo en las plantaciones del norte.
Las primeras estimaciones apuntan a que también se verá reducida tanto la producción como el calibre de la patata. Pese a esa bajada, se está recogiendo una patata sana y de muy buena calidad.
La bajada de producción está notándose también en otras zonas productoras del resto del estado español que ya están en plena recogida o ya han finalizado, con lo que se espera que los precios se mantengan semejantes a los del año pasado o incluso puedan situarse al alza.
La campaña en A Limia
En A Limia se han recogido ya algunas patatas de las variedades con ciclos más cortos y que pudieron sembrar más temprano, como la Kennebec, pero la recogida masiva de las 3.500 hectáreas que hay plantadas se llevará a cabo aún contra finales de mes o comienzos de octubre.
En estas primeras fincas arrancadas hay una gran heterogeneidad, con producciones que pueden estar en los 45.000 kilos por hectárea o en los 30.000. Con todo, se espera que en términos generales la Kennebec se mantenga en cifras semejantes a las del año pasado, pero todo hace prever que en las variedades de frito y más tardías, como la Agria, haya una bajada de la producción.
“Los productores se encuentran estos días ante la disyuntiva de esperar para que las patatas ganen un poco más de calibre o apurar el desecamiento de la planta para comenzar a recoger a finales de mes o comienzos de octubre. Sin embargo, si se repite el patrón climático del año pasado, cuando las lluvias llegaron ya a comienzos del otoño, esperar supondría un problema, por eso cada productor está valorando y haciendo catas para saber cual es el estado de sus patatas y tomar decisiones”, apunta Servando Álvarez, director técnico del Centro de Desarrollo Agroganadero del Inorde.
Productores como Javier Porto cuentan que la cosecha sea más reducida y que no se alcancen los calibres de la campaña pasada. Además, se encuentran muy pendientes de la evolución de estos días, puesto que se están registrando temperaturas bajas por las noches, entre los 5 y 7 grados, y también se están dando en las últimas semanas brotes de alternaria y Mildiu.
Coristanco: Esperan un 20% menos de producción
En la zona de Coristanco esperaban la previsión de tiempo soleado del pasado viernes para retomar la cosecha de la patata. En esta zona se plantan alrededor de 300 hectáreas de patatas, 200 de ellas de la variedad Kennebec en plantaciones para su venta y se estima que hay otras 100 hectáreas para autoconsumo plantadas por particulares y donde también optan por otras variedades como la Fina de Carballo.
“A estas alturas lo habitual es que esté recogida ya la mitad de la producción y este año habremos cogido apenas un 20%”, explica Juan Ramón Sanjurjo, productor y presidente de la Asociación de Productores de patata de Coristanco.
- “La patata está sana, pero es de menor tamaño y hay menos que en otras cosechas”: Juan Ramón Sanjurjo, presidente de la Asociación de Productores de Coristanco
En las primeras parcelas arrancadas están encontrando “patata muy sana, pero de menor tamaño y menos cantidad que otras cosechas”, apunta Sanjurjo. Con tan poca patata recogida también es más difícil hacer una estimación de la producción de la campaña, pero esperan un descenso de un 15 o 20%. “Normalmente tenemos unos rendimientos de unos 20.000 kilos por hectárea, este año si llegamos a los 17.000 kilos ya estaremos satisfechos”, valora el productor.
En cuanto a los precios, todo hace prever que se mantengan al alza debido a la bajada de producción general. Así, estiman una subida de un 30% con respeto de la campaña pasada. “Aunque se pague más, con la bajada de producción que esperamos, los beneficios no se van a incrementar para los productores”, indican desde la Asociación de Productores.
Coristanco celebró además este pasado fin de semana su fiesta de la Patata y este año como novedad entre las actividades se incluyó la recogida de una finca de patatas, situada al lado del recinto de la fiesta. “Es una idea que hace tiempo que queríamos hacer para mostrar a los asistentes parte del trabajo que hay detrás de la patata”, apunta Sanjurjo.
Siembra tardía y complicada
Las lluvias de la primavera han sido el gran condicionante de esta campaña, ya que retrasaron mucho la siembra de la patata. Así, en A Limia hubo parcelas que se plantaron a comienzos de mayo, pero otras llegaron a sembrarse casi a mediados de junio, con lo que los ciclos en muchos casos aún no se han cumplido.
Otro de los problemas que dejaron estas lluvias fue la dificultad para que la patata germinase. “Hubo mucho problema de nascencia, llegando a entre un 25-30% de las parcelas afectadas”, explica Servando Álvarez. Por eso, aunque en algunos casos se pudieron plantar las fincas, la gran cantidad de agua recogida hizo que la patata se pudriese y no haya conseguido brotar, por lo que hubo que volver a sembrar muchas fincas.
Al reto que supusieron las lluvias se suma la escasez de patata de siembra que se registró en esta campaña. En algunos casos, los productores ya tuvieron dificultades para hacerse con la cantidad precisa en el momento de la encarga habitual. En otros casos, al tener que sembrar de nuevo fue casi imposible encontrar las variedades habituales. Así fue que muchos productores optaron por sembrar con planta propia. De este modo, en vez de las semillas seleccionadas que habitualmente compran, emplearon planta propia como semilla, ya que es una práctica permitida para las producciones propias.
“Al emplear semilla propia en vez de seleccionada ya sabes que vas a tener una producción menor, pero muchos en Coristanco preferimos hacer eso en vez de arriesgarnos con otras variedades que no conocemos”, explica el productor Juan Ramón Sanjurjo.
- “Esta campaña se ha convertido en un gran campo de ensayo para las casas comerciales, al plantarse una gran variedad de patatas en distintas zonas”: Servando Álvarez, director técnico del Centro de Desarrollo Agroganadero del Inorde
Sin embargo fueron muchos los productores que tuvieron que recurrir a otras variedades, por lo que esta campaña también se va a caracterizar por una gran heterogeneidad, lo que dificulta también hacer una estimación de la producción final, puesto que se desconoce el comportamiento de esas variedades en zonas como A Limia. “Esta campaña se ha convirtido en un gran campo de ensayo para las casas comerciales, al plantarse una gran variedad de patatas en distintas zonas”, explica el director del Centro Agroganadero del Inorde, Servando Álvarez.
Además de las lluvias de la primavera, este año las picos de calor alternando con lluvias provocaron rebrotes en plantaciones que estaban ya casi secas, lo que ocasiona que la planta volviera a tuberculizar y haya mucha tuberización en rosal y mucho calibre pequeño.
Previsiones en la IGP Patata de Galicia
La patata producida bajo la Indicación Geográfica Protegida Patata de Galicia comenzó a recogerse a principios de este mes. Este año, la producción también presenta un ligero descenso debido al retraso en las plantaciones causado por las lluvias de primavera, con todo las patatas recogidas muestran una calidad excepcional.
La campaña ha comenzado con fuerza, con las variedad de ciclo corto, la Kennebec, de la que se plantan unas 340 hectáreas. Mientras, la patata de ciclo más largo, la Agria, se recogerá de forma progresiva. De esta variedad hay plantadas unas 260 hectáreas. Actualmente ya están disponibles las dos variedades en los mercados. Sin embargo, la variedad autóctona Fina de Carballo no estará disponible para la comercialización.
La mayoría de la producción bajo la IGP se concentra en la provincia de Ourense, con 520 de las 600 hectáreas totales, especialmente en las comarcas de A Limia y Monterrei. A Coruña, concretamente en la comarca de Bergantiños, sigue con 65 hectáreas, y Lugo cuenta con 13 hectáreas. En total, son 68 los productores que participan en esta campaña, de los cuales 52 pertenecen a Ourense, 13 a A Coruña, y 3 a Lugo.
Para esta campaña, la IGP Patata de Galicia estima una producción total de aproximadamente 25 millones de kilos, de los que más de 6 millones serán etiquetados con el sello de la IGP. “La demanda de patata está siendo buena y no tenemos previsión de que la oferta internacional vaya a presionar los precios a la baja. Esto es una gran noticia para nuestros productores, que podrán ver retribuido su esfuerzo con una campaña positiva tanto en términos de calidad como de precio”, valora José Manuel Gómez, presidente de la IGP Patata de Galicia.
Fuente: campogalego.es