Europa: Causas que explican la grave crisis de la patata en 2025
La asociación de productores de patata NEPG lanza una advertencia muy directa a los agricultores: ¿están dispuestos a seguir produciendo patata asumiendo cifras importantes de pérdidas?
El comunicado alerta de una situación económicamente insostenible, marcada por precios libres desplomados –entre 0,50 y 4,00 €/100 kg según país, variedad y calidades– y por el anuncio ya explícito de la industria transformadora de que bajarán tanto los precios como los volúmenes contratados para la campaña 2026-2027.
Todo ello en un contexto de cosecha récord en la zona NEPG (Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos), donde la producción total de 2025 se estima en 27,2 millones de toneladas, un 10 % más que en 2024.
Frente a este escenario, la pregunta de fondo que lanza la NEPG es tan simple como incómoda: ¿pueden los productores permitirse mantener la misma superficie de patata sin poner en riesgo la viabilidad económica de sus explotaciones?
Un mercado en tensión: precios hundidos y más oferta
El comunicado subraya que los precios “free buy” (patata fuera de contrato) se mueven en niveles históricamente bajos, entre 0,50 y 4,00 €/100 kg, sin apenas interés comprador. Es decir, hay patata, pero el mercado no la quiere, o solo la quiere a precios que no cubren costes.
Paralelamente, la industria ha anunciado que reducirá los precios de los contratos y también las cantidades contratadas para 2026-2027. Esto significa que el productor se enfrenta a un doble golpe:
- Menos patata vendida bajo contrato (donde suele haber mayor estabilidad).
- Menores precios por tonelada contratada.
En este contexto, el riesgo de que buena parte de la cosecha quede expuesta al mercado libre –donde las cotizaciones ya están hundidas– es muy elevado. La propia NEPG resume la situación con una frase contundente: “solo sobrevivirán los más fuertes”.
Una cosecha 2025 que rompe techos: +10,4 % de producción
La tabla incluida en el comunicado refleja con claridad cómo se ha llegado a este escenario. En 2025, la producción total de la zona NEPG alcanza las 27.242.000 toneladas, frente a las 24.683.000 toneladas de 2024; un incremento del 10,4 % interanual.
Si se compara con la media de los últimos cinco años (23.137.000 t), la producción de 2025 se sitúa nada menos que un 17,7 % por encima de ese promedio. El problema, por tanto, no es solo coyuntural respecto a 2024; es que se ha producido mucha más patata que lo habitual incluso en perspectiva plurianual.
Más hectáreas y mejor rendimiento: el cóctel perfecto para un exceso de oferta
El aumento de la producción no es casual. La NEPG detalla tres factores agronómicos clave:
Aumento de superficie: la hectárea total en 2025 sube hasta 608.062 ha, frente a 569.216 ha en 2024; un +6,8 %. Si se compara con la media de cinco años (524.488 ha), el incremento es del 15,9 %. Mejores condiciones de plantación: se realizaron siembras tempranas en buenas condiciones, lo que favoreció el desarrollo del cultivo. Rendimientos más altos: el rendimiento medio de la NEPG pasa de 43,2 t/ha en 2024 a 45,2 t/ha en 2025, un +4,5 %. También supera la media de cinco años (44,3 t/ha).El resultado final es un clásico en los mercados agrícolas: más superficie × más rendimiento = mucha más producción, justo en un momento en el que la demanda internacional se está frenando.
China e India se disparan en patata congelada; la UE-27 pierde peso
El comunicado pone el foco en un cambio estructural muy relevante en el mercado mundial de patatas fritas congeladas. En las dos últimas campañas, China e India han multiplicado por diez sus exportaciones de patata congelada hacia sus países vecinos, superando ya en conjunto las 500.000 toneladas.
Mientras tanto, las exportaciones de la UE-27 encadenan dos campañas consecutivas de descenso. La NEPG menciona varios factores que restan competitividad a la industria europea:
- “Trump tariffs” que encarecen la entrada de producto europeo en determinados mercados.
- Fortaleza del euro frente al dólar, que resta competitividad precio a las exportaciones europeas.
- Auge de nuevos productores de patata procesada (China, India, Egipto, Turquía y otros países emergentes en el segmento de patatas fritas congeladas).
Es decir, no solo hay más patata en Europa, sino que la salida exportadora es cada vez más complicada y está siendo ocupada por nuevos actores.
Radiografía país por país: Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos
La tabla de la NEPG permite comparar con detalle la evolución por país, tanto en producción como en superficie y rendimiento. A continuación se presenta una transcripción analítica en castellano, centrada en 2024 y 2025 y en su comparación con las medias de cinco campañas anteriores.
Resumen comparativo NEPG 2024-2025 (producción, superficie y rendimiento)
- Francia es el país que más se aleja de su media quinquenal, con una producción 2025 un 23 % por encima y una superficie un 22,7 % mayor. Sin embargo, su rendimiento se mantiene prácticamente plano (-0,2 % respecto a 2024).
- Bélgica y Países Bajos combinan aumentos significativos de superficie con un fuerte salto de rendimiento, lo que dispara la producción (+15,0 % y +13,7 % en 2025 frente a 2024, respectivamente).
- Alemania muestra crecimientos más moderados, pero aún así su producción se sitúa 16,6 % por encima de la media de cinco años, con avances tanto en hectáreas como en toneladas por hectárea.
Cuadro visual de la crisis
- 27,2 millones de toneladas de patata en 2025 en la NEPG.
- +10 % de producción respecto a 2024; +17,7 % sobre la media de cinco años.
- 608.000 ha sembradas, un +6,8 % más que el año anterior.
- Rendimiento medio de 45,2 t/ha, un +4,5 % frente a 2024.
- Precios libres entre 0,50 y 4,00 €/100 kg, sin apenas salida comercial.
- Exportaciones de patata congelada de China e India multiplicadas por 10 en dos campañas, superando las 500.000 t, mientras la UE-27 reduce ventas por segundo año consecutivo.
¿Reducir superficie o asumir pérdidas?
La conclusión de la NEPG es clara: en el corto plazo no hay señales de que los problemas de competitividad de la industria europea de patatas fritas se vayan a resolver. Con precios hundidos, costes elevados (incluidos los altos alquileres de tierras) y una competencia internacional al alza, el productor debe valorar si tiene sentido seguir sembrando la misma superficie.
El comunicado invita a cada agricultor a hacerse una pregunta incómoda pero imprescindible:
“¿Puede permitirse perder dinero produciendo patatas a la misma escala que hasta ahora?”
La decisión, en última instancia, pasa por recalibrar la superficie, revisar los costes, renegociar contratos y valorar alternativas de cultivo o de diversificación. En un mercado cada vez más globalizado y volátil, la campaña 2025-2026 puede marcar un punto de inflexión para la patata de la NEPG.
Fuente: agronewscastillayleon.com




