Información Técnica: Sistema de alerta temprana para diagnóstico de cultivos
Se fundamenta en la lectura de la savia bruta de las hojas de plantas cultivadas. Es un índice de fertilización o de la calidad nutricional
En el mundo de los negocios en la agricultura, disponer de un sistema de diagnóstico autónomo, certero, amigable, práctico y ejecutable en el terreno mismo, es una poderosa herramienta de apoyo para el empresario. Sirve para prevenir sorpresas, hacer correcciones e incorporar nuevas prácticas de manejo sin alteraciones.
El sistema de diagnóstico está disponible y comienza a ser utilizado por empresarios y técnicos con apoyo de empresas que irrumpen con propuestas modernas, sustentables e innovadoras.
El sistema de diagnóstico de alerta temprana se fundamenta en la lectura de la savia bruta de las hojas de plantas cultivadas. Es una práctica no invasiva, que requiere recolectar trozos de hojas similares de plantas representativas del cultivo (vides, soja, maíz, papa, etc.); luego exprimir sólo algunas gotas y leer su información.
La savia es un índice de fertilización o de la calidad nutricional de la planta.
El uso de un refractómetro para leer la información de la savia, entrega un grado brix.
Básicamente es la cantidad de hidratos de carbono, producto de la fotosíntesis; incluye además nutrientes minerales absorbidos. Es una fotografía del momento alimenticio del cultivo.
El guía le informará cuál es el brix óptimo de cada etapa de su cultivo, pudiendo en cada momento aplicar el suplemento. Si para cuaje en vides se dispone un brix inferior a 10, un urgente complemento se impone. El refractómetro hace visible el hambre de la planta.
Pero el resultado de la lectura del refractómetro no hace independiente la hoja del resto de la planta con la situación que pueda ocurrir en el suelo en contacto con la raíz. Se puede resolver transitoriamente un incremento del brix con rocíos foliares adecuados. Sin embargo, es también una advertencia de signos anómalos en el suelo; el factor más probable es una fatiga en la vida del suelo; los microorganismos no están o no son suficientes. También podría obedecer a una falta de nutrientes, desbalance de estos o un exceso de fertilización.
Volvamos al inicio: donde se procedió a exprimir los trozos de hojas y se obtuvo una gota de savia para realizar una lectura de brix en el refractómetro; una segunda gota se podría emplear para leer otra información que entrega la savia: su condición de acidez a través de la lectura de su pH. Se requiere para esto un instrumento que lea dicha información.
El pH es un nivel de acidez o alcalinidad de la savia; es otro indicador simple y seguro. Un pH normal señala una degradación de los azúcares para su crecimiento y desarrollo y buen vigor.
“De la savia se pueden obtener varias señales más. Dependerá de los instrumentos que se incorporen para diversas lecturas”.
Esto se traduce en buena producción y calidad de fruta.
Un pH inferior al normal (más ácido) manifiesta una aproximación del tipo de nutrientes minerales en déficit (potasio, calcio, magnesio, u otros de carga positiva), no indica cuál, pero nos sitúa donde debemos apuntar.
A mayor distancia inferior del punto normal, advierte otro vital evento de amenaza: una creciente susceptibilidad a ataques fungosos, especialmente si fuera el caso de una ausencia de calcio.
Por consiguiente, para retornar a un pH normal, habrá que aplicar alguno de estos nutrientes de carga positiva.
Por otra parte, un pH superior al normal (más alcalino) señala una deficiencia de otro tipo de nutrientes de signo negativo como nitratos, fosfatos o sulfatos. No indica cuál de ellos es el problema, pero identifica en forma precisa dónde está el problema.
A mayor distancia superior del punto normal, advierte de otra eventual amenaza; una creciente susceptibilidad a ataques de insectos. La visión de los insectos es capaz de percibir cambios en la coloración e intensidad de fotosíntesis en la hoja, lo que provoca atracción.
El restablecimiento al punto normal de esta situación, vendrá acompañada de suplementos de estos nutrientes de carga negativa.
De la savia se pueden obtener varias señales más. Dependerá de los instrumentos que se incorporen para diversa lecturas, tales como conductividad eléctrica (concentración de nutrientes); cantidad de nitratos, de calcio, de potasio, etc.
Ateniéndonos a los parámetros Brix y pH, de los cuales se ha comentado, aparecen interpretaciones que al cruzar sus lecturas arrojan más precisiones al diagnóstico; así cuando ambos entregan lecturas bajas, la información acota mejor la causa que los desata; si brix es bajo y pH es alto, ofrecen otra causa del problema. Cada una de estas situaciones está previamente definida.
La sucinta exposición genera un atractivo campo de aplicación, que creemos importante entregar a los empresarios y técnicos del agro mendocino. Este tipo de diagnóstico es un pilar que sustenta la incorporación de nuevas tecnologías verdes, tales como la aplicación de biofertilizantes (ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos y consorcios microbianos) cuya introducción paulatina permite demostrar su efectividad a la par o muchas veces superior, a manejos convencionales de fertilización a base de NPK de origen sintético.
Fuente: https://losandes.com.ar/article/view?slug=sistema-de-alerta-temprana-para-diagnostico-de-cultivos