Información Técnica: Necesidad de agua durante cada etapa de crecimiento del cultivo de papa
Al optimizar cuidadosamente las prácticas de riego a lo largo del ciclo de crecimiento, el productor puede mejorar sus rendimientos, la eficiencia de los recursos y la salud general de los cultivos.
Los requerimientos de agua de los cultivos varían significativamente en las diferentes etapas de su ciclo de crecimiento.
Durante las etapas iniciales, como la emergencia y el crecimiento temprano, los cultivos son particularmente sensibles al estrés hídrico. Los requerimientos diarios de agua aumentan rápidamente desde el momento de la emergencia hasta aproximadamente dos semanas después del cierre de la fila. El suministro adecuado de agua durante esta fase es crucial ya que sienta las bases para el desarrollo futuro del cultivo.
Una de las etapas más críticas para evitar el estrés por humedad es durante la iniciación del tubérculo (GS 3). En este punto, se determina el potencial de rendimiento del cultivo y cualquier deficiencia de agua puede afectar significativamente la cosecha final. Proporcionar suficiente agua durante la iniciación del tubérculo es esencial para asegurar la formación de tubérculos sanos y robustos.
El aumento de volumen de los tubérculos (GS 4) es otra etapa fundamental del crecimiento. El estrés por humedad durante esta fase puede conducir a la reducción del tamaño del tubérculo, tubérculos deformados y agrietados, y una mayor susceptibilidad a las enfermedades. Los productores deben administrar cuidadosamente el riego durante este período para optimizar el desarrollo de los tubérculos y evitar problemas de calidad.
A medida que el cultivo se acerca a la madurez, generalmente durante GS 5, la necesidad de riego comienza a disminuir. El riego excesivo en esta etapa puede provocar problemas como el retraso en la reafirmación de la piel y el cierre de las lenticelas. Además, el contenido excesivo de humedad del suelo aumenta el riesgo de enfermedades como la pudrición blanda y la pudrición rosada, que pueden ser perjudiciales para la salud y el valor de mercado del cultivo.
Comprender las necesidades de agua de los cultivos durante cada etapa de crecimiento tiene varias consecuencias positivas para los productores. Al proporcionar la cantidad correcta de agua en el momento adecuado, pueden lograr lo siguiente:
Rendimiento óptimo: el manejo adecuado del riego garantiza que los cultivos reciban el agua necesaria durante las etapas críticas de crecimiento, lo que resulta en un mejor rendimiento y calidad.
Eficiencia de los recursos: al evitar el riego excesivo, los agricultores pueden conservar los recursos hídricos, reducir los costos de riego y promover prácticas agrícolas sostenibles.
Prevención de enfermedades: el control de los niveles de humedad ayuda a minimizar el riesgo de enfermedades causadas por el exceso de humedad, como la pudrición y otras infecciones fúngicas.
Mayor resiliencia de los cultivos: el suministro adecuado de agua durante las primeras etapas de crecimiento mejora la resiliencia de los cultivos, lo que los hace mejor equipados para resistir los estresores ambientales.
Beneficios económicos: maximizar el rendimiento y la calidad se traduce en mayores ganancias para los agricultores y una cadena de suministro de alimentos más estable.
Fuente: Productores de Papa Australianos