Argentina (Río Cuarto): Incautan un camión de papa y solicitan mejorar el funcionamiento del DTV-e

La mercadería había llegado en camión desde Córdoba capital y estaba siendo vendida “puerta en puerta” directamente desde una camioneta.

A través de un procedimiento con la policía de la provincia, el área de control municipal y las autoridades del Mercado, se produjo la intervención y secuestro de 400 bolsas de mercadería. Hasta aquí, la situación corresponde a la realidad de muchos mercados del país que denuncian diariamente las dificultades para controlar la venta mayorista por fuera de los mercados de abastecimiento.

La particularidad de este caso fue que la persona que receptó la carga presentó, ante el pedido de las autoridades, un DTV-e para justificar el movimiento. El documento fue generado y emitido oficialmente desde la página de AFIP pero de manera posterior a la intervención, lo que anulaba su validez.

“Esa carga se estaba comercializando de forma clandestina, fuera de la ley. Incluso tenía como destino un particular que no tenía CUIT. En el espacio donde el documento solicita colocar el CUIT, se puso el CUIL de una persona que no tiene ninguna actividad comercial y se emitió igual”, explicó a InterNos Ernesto Guevara, presidente del Mercado de Abasto de la ciudad.

La situación fue elevada al Tribunal de Faltas municipal, quien en una primera instancia no tuvo en consideración cuándo fue generado el DTV-e: priorizó que la mercadería haya sido respaldada por un documento de carácter sanitario emitido por un organismo nacional (Senasa) e ignoró la inexistencia de un destinatario comercial. En consecuencia, el Tribunal solicitó que la mercadería sea restituida a quien la transportaba originalmente.

Como respuesta, las autoridades del Mercado de Río Cuarto decidieron elaborar un informe exhaustivo para explicar cómo funciona el DTV-e y porqué no es posible interpretar como legítimo un documento de tales características. “Finalmente se pudo comprender y la mercadería quedó incautada. Pero estas situaciones son muy graves a la hora de defender el sistema de trazabilidad por el que se luchó durante tantos años”, explicó Guevara.

En este punto, vale aclarar que el Mercado de Abasto de Río Cuarto es quien posee las atribuciones sobre el control de frutas y hortalizas en la vía pública, en comercios y en transporte dentro del ejido municipal. Es responsable de que la mercadería que ingresa a la ciudad cumpla con las normativas de carácter nacional, provincial y local relacionadas a estos productos. Por ejemplo, que toda carga que no provenga del cinturón verde deba declarar su destino y su uso. Y que en caso de no pasar por el mercado previo a su venta minorista, deba abonar un arancel específico para no favorecer la competencia desleal.

“Creemos importante que estas atribuciones las tenga el Mercado, porque es donde se conoce cómo funciona la cadena de comercialización desde su origen, no solo a nivel local sino en otras zonas de producción. Desde adentro se conoce cómo son las características del transporte y de la mercadería. Y eso a veces en las áreas bromatológicas municipales no está muy bien aceitado”, explicó Guevara.

En este caso, la inquietud radica en la vulnerabilidad de un sistema que, en principio, debe garantizar la inocuidad de frutas y verduras con tránsito federal. El documento fue emitido a un destinatario que no se encontraba registrado en el Senasa ni formaba parte de la cadena de comercialización.

“La carga podría haber recorrido toda la provincia con un DTV-e inválido. No fue así porque dimos cuenta de que se había generado posteriormente a su ingreso a Río Cuarto. Pero la situación nos preocupa. En este caso blanqueó una operación clandestina. Legalizó el tránsito de una mercadería que tenía un tránsito ilegal”, dijo el presidente del Abasto.

“Sería importante trabajar sobre el registro de destinatarios de carga. El DTV-e ha sido un avance importante y positivo desde Senasa, pero quedan aspectos a mejorar”, concluyó.

Una vez resuelta la situación legal, el Mercado de Abasto de Río Cuarto trabajó en conjunto con el área de Desarrollo Social Municipal para realizar un aprovechamiento de la mercadería. Previo a un análisis bromatológico realizado en el propio laboratorio del mayorista, y en el marco de las exigencias del Código Alimentario Argentino, la papa fue distribuida a organizaciones barriales y comedores de la ciudad que trabajan en la asistencia alimentaria a la población, en un contexto adverso por los efectos económicos de la pandemia.