EEUU: La demanda de patatas en América del Norte ha disminuido
Con la disminución de la demanda de patatas en América del Norte, el suministro de producto local parece estar asegurado.
Gad señala que el brote de COVID-19 ha afectado en más de una manera a la patata Russet. Los procesadores de patatas fritas, por ejemplo, informaron de caídas significativas en la demanda como consecuencia del cierre de bares y restaurantes. "Entonces, aparecen en el mercado muchas Burbank Russet que no estaban destinadas al consumo en los hogares y su calidad no es la misma. No obstante, también hay muchos lotes de Russet de buena calidad en el mercado”, dice Gad.
Patatas rojas/amarillasA principios del invierno, el mercado de las patatas rojas parecía que iba a estar ajustado todo el invierno y principios de la primavera. "Pero con la desaceleración de la demanda, encontramos suministros adicionales con los que no contábamos", dice Gad. “Sin embargo, luego llegó el acaparamiento de alimentos y esos volúmenes fueron despachados rápidamente. Esto generó una escasez de patatas rojas y amarillas de calidad”. Asimismo, Gad señala que en primavera ha habido un fuerte repunte de precios tanto para las patatas rojas como para las amarillas. "Ha sido muy difícil conseguir producto de mercado libre hasta las últimas semanas", dice Gad. Patatas blancasEn esta época del año generalmente no hay una fuerte demanda de patatas blancas, de acuerdo con Gad. “Pero a partir de finales de junio hasta agosto, la demanda de estas patatas aumenta considerablemente en la costa este. Simplemente parece ser lo que le gusta a la gente. Si la gente vuelve a animarse a hacer barbacoas y pícnics, se consumirán muchas patatas blancas durante el verano. Tendremos buenos volúmenes de estas patatas y estamos seguros de poder atender ampliamente las necesidades de nuestros clientes".Gad señala que los precios se han nivelado un poco, aunque siguen siendo algo más altos de lo normal.
Perspectivas para el otoño
De cara al otoño, queda por ver cuál será la superficie de plantación. Inicialmente, las patatas de siembra escaseaban tras las heladas del otoño pasado. Además de eso, los procesadores también redujeron los contratos, aunque ahora eso ha cambiado y están reconsiderando las cantidades de patatas que necesitarán este otoño. "Todo fluctúa mucho y probablemente necesitaremos otro año más para que la situación se normalice", dice Gad.
Gad también se pregunta si habrá productores de patatas que dejarán su actividad después de la pandemia. "¿Será este el recorte natural en la producción que necesitamos?", se pregunta. "No se pueden seguir produciendo grandes cantidades de patatas mientras que el consumidor prefiere ahora los tamaños más pequeños que antes solíamos tirar. Estamos apostando por patatas pequeñas de calibre B y C, por las cuales estamos obteniendo ahora mejores precios. Entonces, ¿qué hacemos con todas las patatas de calibre A? Esta puede ser una manera natural de reducir la sobreproducción”, concluye Gad.
Fuente: Fresh Plaza