Cuba: Bajo tierra toda la papa en Ciego de Ávila

A partir de ahora, según explica Pedro Díaz González, especialista de la Delegación Provincial de la Agricultura, lo importante es asegurar la calidad en labores como las de cultivo, fertilización nitrogenada y atenciones fitosanitarias, para poder iniciar sin dificultad la cosecha a mediados de marzo.

De ello dependerá que los agricultores logren no solo el rendimiento promedio planificado, unas 18 toneladas por hectárea, sino, también, la aspiración de igualar el registro del pasado año, alrededor de cuatro toneladas por encima.

La campaña comenzó varias semanas después de lo programado, como consecuencia de lluvias que impidieron preparar la tierra, lo que obligó a mantener un ritmo más acelerado y concentrar la siembra en menos días.

Tal situación puede repercutir en los llamados “picos de cosecha”, por lo que, llegado ese momento, los trabajos demandarán un alto grado de organización y de integración para que sean mínimas las afectaciones y pérdidas del producto.

Acerca de esto hay claridad en las empresas La Cuba, Arnaldo Ramírez, El Mambí y Cuba Soy, así como en las Cooperativas de Producción Agropecuaria 26 de Julio, Revolución de Octubre y Paquito González, en cuyas áreas se concentró la siembra.

Como en años anteriores, unas 10 000 toneladas deben ser destinadas la industria para ser procesadas en el combinado de la Empresa Agroindustrial Ceballos, donde funciona la única planta cubana de papa prefrita, decisiva para satisfacer demandas, sobre todo, del Turismo.

Conscientes de ese destino, del volumen que se reserva para semilla y del balance que nacionalmente se realiza, los habitantes del territorio esperan ver otra vez el tubérculo en los anaqueles de las placitas, tal y como sucedió el año pasado, cuando se distribuyeron unas 14 libras per cápita, además del alivio que significó la asignación diferenciada para familias residentes en las zonas más perjudicadas por el huracán Irma.