España (Galicia): La patata ya ocupa más de la mitad de los cultivos de la huerta gallega
La hegemonía del tubérculo se extiende a su facturación y exportación: la producción en la indicación protegida subió un 33%
La literatura y la historia de la cocina ha situado a Galicia como país de grandes comedores de patatas. Una similitud culinaria con los Países Bajos que demuestra el cuadro homónimo de Vincent van Gogh, y que el analista de la evolución histórica de nuestros platos, Xavier Castro, sitúa desde hace un siglo y medio y con ciertas reticencias iniciales de nuestros paisanos a este producto importado de América. Pero además de consumidores de cachelos, Galicia es un país productor de patatas, puesto que estos tubérculos ocupan más de la mitad de la extensión de huerta: son el 55% del total de los campos de cultivo según los últimos datos disponibles. También han engordado en datos de exportación y de superficie plantada. Las patatas han sumado 9.307 toneladas exportadas principalmente a Europa en el primer semestre de 2022, seguidas de las zanahorias y nabos con 1.169 toneladas y las cebollas, con 163 toneladas.
Las patatas son hegemónicas en extensión, con un total de 5.168 hectáreas de superficie cultivada en 2021 y a las que siguen –pero de lejos– los nabos, nabizas y grelos con 1.569 hectáreas y un 17% de la superficie. Los cultivos de huerta “multiespecie”, sumados a guisantes, habas, cebollas, berzas, repollos, calabazas, lechugas, coles, pimientos, puerros, tomates sumarían el 29% de la superficie hortícola gallega. Ese es el mapa de cultivos de la huerta de Galicia, dibujado en “el Plan Estratéxico da Horta”, que Medio Rural acaba de presentar y que analiza, incluso, la evolución de la horticultura postpandemia. Entrando en matices, destaca “el crecimiento sostenido” de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia, cuya producción de 2021 es un 33% superior al 2012 y ya factura más de 3 millones de euros. Y, al mismo tiempo también la IXP Grelo de Galicia, que se multiplica por 2,3 en el citado periodo de referencia. Galicia cuenta además con numerosos indicativos de calidad reconocidos a nivel europeo bajo la fórmula de indicaciones geográficas protegidas y denominaciones de origen de productos hortícolas, como haba de Lourenzá, pimientos de Arnoia, del Couto, de Mougán y de Oímbra, y pimiento de Herbón, cuyo objetivo es destacar, diferenciar y valorizar las características.
Eso sí, la provincia con más superficie de huerta es la de Ourense –que también monopoliza prácticamente la producción de patatas–, abarcando más del 40% de la superficie de Galicia, seguida de la provincia de Coruña (29,6%) y Lugo con el 24%. La Xunta reivindica este Plan como hoja de ruta para “reforzar la posición de Galicia como referente en la producción hortícola de calidad”.Pues bien, Galicia parece vivir una época dorada en lo que a su huerta se refiere y muy a pesar del abandono rural. “La superficie cultivada de huerta en Galicia subió un 40% en un lustro desde 2017: pasó de 4.800 a más de 9.400 hectáreas cultivadas”, asegura el citado informe. Tanto es así que la comunidad ocupa la cuarta posición entre las comunidades autónomas en términos de valor económico de su producción: representando el 8,5% de la producción hortícola española, por detrás de Andalucía, con el 44,6%; Murcia, con el 10,9%, y Castilla-La Mancha, en donde representa el 9,3%.
650 millones anuales
La relevancia del sector en el campo gallego queda de manifiesto en que es la tercera producción más importante: “su peso económico en términos de valor alcanza un 17,5% del total de la producción de la rama agraria y en términos de precios pagados al productor que supera los 650 millones de euros anuales”. Pero el plan autonómico no solo desgrana dos datos. La propuesta de análisis persigue el objetivo estratégico de mejorar esa gestión de la huerta. El arraigo al territorio, las empresas familiares y su sabor diferenciado, además del aspecto de la sostenibilidad y la economía circular –kilómetro 0–, los productos diferenciados por las condiciones climatológicas de Galicia son algunas de las fortalezas del sector, también se identifican debilidades.
Entre ellas, la falta de profesionalización de los productores, los comercializadores mal gestionados y los intermediarios especulativos. Son solo algunos de los hándicaps que se identifican en el plan del sector hortícola gallego.
La Xunta apuesta por mayores superficies, más profesionalización y la agricultura ecológica
El “Plan estratégico de la huerta de Galicia” identifica cinco objetivos estratégicos: Incrementar y diversificar la producción hortícola gallega, mejorando su competitividad. ¿Cómo conseguirlo? Entre otras cuestiones, plantean fortalecer la profesionalización del sector productor, así como promover el aumento del tamaño para conseguir unidades productivas rentables económicamente con capacidad de generar riqueza y empleo en el territorio. También, mejorar la articulación, la cooperación y la vertebración del sector productor y promover una mayor diversificación de cultivos.
El segundo de los objetivos sería promover una mayor diferenciación comercial de la producción hortícola gallega –con promoción– así como el tercero pasa por mejorar la sostenibilidad ambiental del sector.
Apoyar la incorporación de jóvenes a la agricultura ecológica y a técnicas de producción basadas en los principios de la agricultura regenerativa, contribuyen a la reducción de la huella climática y ambiental.
En cuarto lugar, se plantea mejorar el funcionamiento de las indicaciones geográficas protegidas y, por último, fortalecer la I+D+i.
Fuente: farodevigo.es